martes, 29 de octubre de 2013

FE EN DIOS

Antes de Jesús, profetas y guerreros  afirmaban actuar impulsados por la fe y en nombre de Dios.

Moisés, venerado por su fidelidad y justicia, manifestaba estar representando a Dios, y sin embargo no titubeaba al resolver dominado por la ira.

Josué presumía proclamar su grandeza con banderas sangrientas, mientras sometía a poblaciones  indefensas más allá del Jordán.

David suponía dignificarlo cuando conquistó la colina de Sión a costa del llanto de las viudas y de los huérfanos.

Salomón creía reverenciarlo al dedicar las existencias de gran cantidad de servidores a la construcción del famosos templo que, edificado con los  más caros y lujosos materiales, perpetúa  hasta hoy su memoria.

Y todos nosotros, durante sucesivas reencarnaciones, hemos pretendido honrar la fe en Dios, fomentando guerras y expoliando a nuestros semejantes en momentos culminantes de fanatismo y desenfreno posesivos por el oro.

El Espiritismo, sin embargo, nos muestra a Jesús abrazando el servicio espontáneo a la humanidad, a la vez que como el modelo más puro y fiel de la misma.

Aunque libre, se transformó en servidor de la comunidad, llevando la más inmediata ayuda a los que estaban ubicados en los últimos grados de la escala social.

Sin haber formulado ningún juramento que lo obligase a tratar con los enfermos, amparó a los dolientes con extrema dedicación.

No vestía la toga de juez, pero patrocinó la causa de los desherederados.

Divorciado de todo compromiso como padre de familia, llamó hacia él a los niños.

Desvinculado de los círculos políticos, enseñó el repeto a las autoridades constituidas.

Profundamnete sincero, era humilde en grado máximo con los ignorantes; mas fue humilde y también sincero, tanto como se puede ser con aquellos que conociendo sus propios deberes frente a los preceptos divinos, no los respetan ni los cumplen.

Pasó por el mundo bendiciendo y consolando, esclareciendo y sirviendo, pero prefirió morir antes que violar el mandato de amor y verdad que lo ligaba a los designios del Padre Eterno.

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Para nosotros, encarnados o desencarnados, ya sea con la luz de la Doctrina Espírita o bien carente de ella,  es importante el examen periódico de nuestros testimonios personales de la espiritualidad en nuestra vida cotidiana, pues de tal manera lograremos discernir qué viene a ser la fe en Dios en nosotros y la fe en el Maestro a quien decimos honrar.

EMMANUEL,  Guía Espiritual de Chico Xavier.

sábado, 26 de octubre de 2013

IMPLICACIONES REVOLUCIONARIAS DEL ESPIRITISMO


Cuando se combate la visión religiosa sobre el Espiritismo se deja siempre la impresión de que se trata de una cuestión de preferencias personales o de lectura pre conceptuoso sobre la historia de las religiones.

Más, si se retira la expresión “pre conceptuosa” llegamos al núcleo de todo. La lectura histórica de las religiones es desastrosa. En todos los momentos de la humanidad la religión no hizo otra cosa que dividir, mitigar, humillar, aprisionar, reprimir, atrasar, retardar el avance de la humanidad.


Vale recordar que las religiones son creaciones humanas. Y absolutamente ninguno de los creadores de religiones eran espíritus puros, perfectos, superiores. No existen hombres superiores con autoridad bastante para afirmar que tal doctrina representa pensamiento de Dios sobre la Tierra. Ninguna religión, por tanto, absolutamente ninguna, posee autoridad divina. Y el agravante de ser creadas por seres imperfectos es que la imperfección no crea perfección.

La imperfección de las religiones tiene su foco principal cuando confrontadas con el espiritismo en su capacidad de colocar a los hombres unos contra los otros y de imponer condiciones de restricción de la capacidad critico-racional de sus seguidores. Peor aun cuando las religiones se inmiscuyen en la sociedad de forma de influencias en la cultura, en la convivencia social y en la política. Con ese aspecto, acaban influenciando en personas no seguidoras, causándoles constreñimientos o imponiendo resignación cívica. En Brasil toda cultura está volcada por la influencia católica, incluyendo la imposición de feriados religiosos por la idolatría de sus santos, al violar los derechos de los evangélicos, judíos, ateos, etc.

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En todos los sistemas donde la religión prevaleció, prevaleció también el atraso social e intelectual. Consecuentemente, por una ley natural traída por la Codificación Espirita, donde hay atraso intelectual existe evidente atraso moral. Eso destruye la falacia de que las religiones contribuyeron para el orden moral de forma decisiva. Si, hubo momentos históricos donde la imposición de la disciplina religiosa evitó maleficios de orden moral por un lado, más impusieron otros igualmente dañinos por otro. Y todo eso porque el papel de las religiones nunca fue de comprender a las divinidades sin satisfacer los puntos de vista de quien se arrogaba al derecho de representarla en la Tierra.


El propio Jesús jamás creó una religión. Muy al contrario, se mantuvo en la religión de sus padres, siendo hasta coherente con sus enseñanzas de orden moral, más completamente apartado de la institución, al punto de hacerle severas críticas. Eso le valió persecución por los propios judíos.


No en tanto, es imposible hacer desaparecer la existencia de la religión en el pasado humano. Al contrario, la codificación vio en ella alguna importancia histórica. Más, la misma codificación no elige ninguna de las religiones. No establece a ninguna como racional o verdadera. Teje críticas también. Sin embargo, en la Ley de Adoración, comenzamos a entender realmente lo que viene a ser esa “religión” de que habla el Espiritismo. No se trata de una institución, de una estructura. La Ley de Adoración hace prevalecer la lógica del “pensamiento religioso”, de naturaleza esencialmente intima y personal. Eso no se niega y ni se puede negar. La codificación conceptual del pensamiento religioso o religiosidad en este paradigma es un movimiento del individuo en la comprensión de las leyes divinas y de los mecanismos que son regidos por Dios. Punto y se acabó. El espiritismo no es una religión y los espiritas pueden mantener un pensamiento religioso en su relación con Dios, en adoración absolutamente personal y reservada, salvando las excepciones colectivas para fines especiales. Eso no requiere estructura, ni institución.


Por otra parte, la codificación nos habla todo el tiempo de entendimiento intelectual y moral y practica evolucionaria. Más, ahora, ese mensaje cabe para toda la humanidad. Entonces, como repetimos siempre a lo largo de los tiempos, no hay como establecer el Espiritismo como una religión más, pues la visión histórica y cultural sobre las instituciones religiosas no agrega personas al contrario las separa, las estigmatiza. Bastan haber implicaciones de naturaleza religiosa en un discurso para uno u otro grupo repudiar de inmediato. Un “espiritismo religioso”, por ejemplo, sería repudiado en países islámicos o de influencia helénica, o eslava, u orientales.


Desligar al Espiritismo del concepto de religión tan falsamente impuesto por influencias roustainguistas y de autores idolatrados en Brasil pasa a ser una cuestión estratégica para la práctica del Bien. Si el espirita se siente confortable con las lecciones que aprende, debe, por deber de caridad para con el prójimo, propagar esas lecciones. Más, el terreno debe ser de neutralidad de las pasiones. Las religiones causan pasiones, o mismo consecuencias de ellas.


Un Espiritismo despejado del concepto religioso será capaz de motivar mentes especulativas e investigativas en su dirección. Eso incrementaría el poder científico de la Doctrina espirita, trayéndole pruebas de verdad con impactos inexorables sobre la sociedad humana. En verdad, las pruebas de los axiomas espiritas revolucionarían todo el concepto que los hombres poseen de su propia existencia, trazando implicaciones notorias sobre las relaciones sociales, sobre la política y sobre la economía.


En la practica, podemos decir que si el mínimo axioma fuera comprobado, pasaría a ser de interés formal de gobiernos el fomento a la pesquisa. O no.. No se puede olvidar que cualquier principio revolucionario atiende a intereses antagónicos. Más, sabemos que el cambio, cuando es colocado de forma verosímil y evolutiva, es inevitable.

Podemos aludir al impacto cultural que revelaciones espiritas debidamente comprobadas traerían para todos las estructuras de la sociedad mundial. Es muy posible que podría entrar en conflicto con el pensamiento antiguo. Más, no es posible una confrontación prolongada con hechos comprobados y científicos. No fue posible a la Iglesia Católica impedir la realidad de la Tierra redonda, por ejemplo.


En verdad, el Espiritismo trae un inmenso poder que yace oculto por la inacción de los espiritas. Podemos hasta mismo imaginar que la influencia católica sobre los espiritas no fue fruto de acaso y si un movimiento bien orquestado – y eficaz- de evitar esa revolución cultural, intelectual, moral sobre la humanidad. Es más una vez un sistema religioso institucional promoviendo el atraso, la estancamiento.


Cuando espiritas son cómplices en eso queda preocupación. No por establecerse campos de conflictos, más si por la percepción de que la más poderosa arma para el avance rápido de la humanidad queda enterrada y oxidada por quien cedió a su mayor enemigo. Y una relectura del proceso histórico, gobiernos influenciados por religiones también no podrían interesarse por la correcta divulgación de la doctrina Espirita. Nadie quiere revoluciones cuando la situación se adecua a sus intereses. Quien promueve revoluciones es quien no se satisface con esa adaptación. Deberían ser los espiritas los que promovieran esa revolución, tal como los primeros cristianos. Apenas no precisamos repetir sus errores y caer en los apelos del poder religioso. Durante 300 años los cristianos fueron poderosos y revolucionarios, hasta el momento en que se vieron en ese poder. De ahí fue creada la Iglesia Católica y todo se derrumbo. El sistema revolucionario fue substituido por un sistema represor y anti-revolucionario.


La responsabilidad del espirita siempre fue mayor de lo que en superficie se permite entrever. Ninguna revolución sirve para el propio individuo. Ella se extiende obligatoriamente por todos los que está alrededor. Considerando los avances posibles con el espiritismo, no promover esa revolución es falta de caridad para con toda la humanidad.


El espiritismo es ciencia y filosofía. El espírita se debe atener a estos terrenos de neutralidad. Estudiar, investigar, buscar la verdad, repudiar los falsos escritos de falsos espíritas, disciplinarse en la metodología, traducir todo eso en su practica moral cotidiana en la medida de su entendimiento – eso es hacer la revolución espirita.


Revolución espirita es un acto de caridad mundial. No tiene fronteras. Ni aquellas que son de las propias limitaciones personales.
Por Randy. Es moderador de la comunidad “Yo soy Espirita – Espiritismo” del Orkut e idealizador del Núcleo Espirita de Filosofía y Ciencias Aplicada. NEFCA


sábado, 19 de octubre de 2013

VIDA Y EVOLUCIÓN


 ¿Cual es la posición de nuestro planeta en el espacio sideral?

El hombre, en el actual estado de desarrollo científico, aún no ha conseguido conocer, con exactitud, el mecanismo creador de su Universo material.

El oscurantismo del proceso de la creación del Universo viene instigando la inteligencia humana a formular varias hipótesis al respecto.

Incuestionablemente, podemos afirmar, solamente un hecho: alguien o algo, con inteligencia superior, lo creó! Incuestionable porque el raciocinio es plenamente lógico: no existe efecto sin causa y para un efecto inteligente debe haber una causa inteligente. El acaso siendo ciego y arbitrario jamás podría dar origen a tan magnífica obra (LE-Cap. l,2).

La Ciencia progresa a pasos largos y el pensamiento religioso debe acompañar la suma de estos nuevos conocimientos. No adelanta las religiones meter la cabeza en un hoyo, tal cual las avestruces, ignorando lo que está ocurriendo alrededor.

El Espiritismo, dentro de su postura marcadamente evolutiva, afirma, de forma audaz, que, si el avance científico demostrare que algún punto de su doctrina merece reparos, ella se modificará en aquel punto de referencia, asimilando la orientación de la Ciencia (Génesis - cap.1-ítem 55).

Entretanto, ya en el año de 1857, los espíritus nos informaban que todo se encadena en la naturaleza, del átomo primitivo hasta el arcángel (LE-Pregunta 604/540). Por consiguiente, pasado - presente - futuro del microcosmo al macrocosmo, todo se relaciona de forma armoniosa obedeciendo las Leyes Generales criadas por Dios. ¿No estaría en este singular, pero profunda enseñanza, una de las claves para desvendar los grandes enigmas de la humanidad?

El notable científico Albert Einstein publicó, en 1905, la Teoría de la Relatividad, que revolucionó todo el conocimiento científico sobre el Universo, que prevalecía en la época. El Espacio y el Tiempo, tenidos como materias abstractas, pasaron a ser realidades concretas, sujetas a la influencia de fuerzas físicas. Más recientemente surgió la teoría de la creación del Universo a través de una formidable explosión - "Big-Bang" - de toda materia altamente concentrada, que habría ocurrido hace aproximadamente, 20 billones de años. El Tiempo y el Espacio no serian eternos e infinitos como se pensaba, mas habrían surgido en el mismo instante de la grande explosión. El Universo, por tanto, sería finito, tanto en el tiempo como en el espacio. Axial, no tendría sentido especular sobre el tiempo antes del momento de la creación del Universo, porque, simplemente, el tiempo no existía. Se estima que el planeta Tierra se haya formado hace mucho menos tempo: cerca de 4,5 billones de años.

Desafortunadamente, la gran complejidad de esos estudios, dificulta, en mucho, su conocimiento para la mayoría de las personas. Sin embargo, es importante que, por lo menos, se tenga la noción del posicionamiento de nuestro mundo en el espacio sideral. El planeta Tierra pertenece a un sistema planetario que tiene una estrella-sol como centro. Entretanto, nuestra estrella-sol pertenece a una galaxia (Vía-Láctea) que, por su vez, contiene otras 100 billones de estrellas-soles, cada cual, con posibles sistemas planetarios. Por su vez, nuestra galaxia integra un Universo que contiene billones y billones de otras galaxias, cada cual con billones y billones de estrellas-soles y, consecuentemente, con billones y billones de otros sistemas planetarios, conteniendo billones, billones y billones de planetas. Eso, sin considerar la hipótesis de que la Ciencia, a través de la teoría de los colapsos gravitacionales - "Hoyos Negros"-, señala la existencia de otros Incontables universos!

Delante de tanta grandiosidad, aún existen personas que piensan que el hombre es el soberano y único ser pensante de este Universo.

Coherente con la lógica, la Doctrina Espírita siempre ha proclamado la pluralidad de mundos habitados, conclusión ésta que fatalmente la Ciencia confirmará brevemente.

El surgimiento de la vida en la Tierra también es motivo de polémicas. Dentro de la escala evolutiva de las especies, propuesta por Charles Darwin, en 1859, se estima que las primeras formas rudimentarias de vida habrían surgido hace 3.5 billones de años; los peces, cerca de 500 millones de años; los anfibios, cerca de 325 millones de años; los reptiles, cerca de 300 millones; los mamíferos, cerca de 200 millones y las aves, cerca de 180 millones.

La Ciencia, hasta el momento, tampoco ha conseguido desvendar por completo, el momento y el local donde surgió el espécimen que puede se considerado como, efectivamente, el elemento de la actual raza humana. el espécimen "australopithecus", homínido de forma animalezca antecesor del genero humano, data de cerca d 4 millones de años. El "Homo Halis", considerado el primer espécimen pré-humano a utilizar rudimentarias herramientas de piedra, vivió hace cerca de 2 millones de años. el "Homo Erectus", un poco más evolucionado, vivió hace cerca de 1 millón y 500 mil años. El "Homo Sapiens", ya con razonable grado de inteligencia, vivió hace cerca de 250 mil años. Finalmente el "Homo Sapiens Sapiens", que poseía la misma anatomía del hombre actual, data de, apenas, 50 mil años.

La Ciencia actual estima que el Hombre primitivo debe haber surgido en algún punto de la escala evolutiva situado entre el "Homo Erectus" y el "Homo Sapiens". Obviamente, las fechas y las clasificaciones aquí mencionadas no pueden ser tomadas con rigor absoluto, aunque posean cierto consenso científico. Este es un campo en el cual tanto la Ciencia como la Doctrina Espírita aún tiene mucho que revelar.

Se debe resaltar que, en principio, la Teoría de la Evolución de las Especies, propuesta por Darwin, se armoniza perfectamente con lo que predica la Doctrina Espírita. El conocimiento de la cronología de la creación del Universo y de la evolución de la vida en los permite un entendimiento mayor sobre el camino evolutivo recorrido por el espíritu, magistralmente sintetizado por León Denis: el Alma duerme en la piedra, sueña en el vegetal, se agita en el animal y despierta en el Hombre. La especie humana, por tanto, continúa en constante evolución en todos los sentidos: físico, moral y espiritual.

Como vemos, a pesar do progreso científico, las preguntas y las incertidumbres aún son muchas, mas la Ciencia continua avanzando de forma inexorable. Y no hay duda, como afirma Djalma Motta Argollo, que el próximo milenio presenciará el encuentro del científico con la realidad del Espíritu y, consecuentemente, con la Divinidad.

Ivan Régis de Arruda Frota
(Revista Internacional de Espiritismo – Mayo de 1998)

ACTUALIZACIÓN SOCIOLÓGICA DEL ESPIRITISMO



Por el Espiritismo conocemos que cada nueva encarnación es un período de prueba, durante el cual debemos intentar la superación propia y ayudar a la de los demás.

Para ello entramos a vivir en un cuerpo y en condiciones ambientales apropiadas al desarrollo psicológico y moral que hemos alcanzado. Eso ocurre por la puesta en juego de la Ley de Causas y Efectos, en virtud de la cual la situación actual está influída por lo que se ha sido hasta la última desencarnación.

Tal cosa no supone que débitos que tengamos con leyes morales, nos lleven a pasar idénticas situaciones de sufrimiento que las que antes podamos haber infligido a otros, dado que el karma, como denominan otras escuelas, no está sujeto a la fatalidad. Se trata en cambio de algo que funciona de manera que las consecuencias pueden ser diferentes, ante factores causales igualitarios, puesto que en el devenir palingenésico, a semejanza de lo que sucede en la física cuántica por el principio de Heisenberg, reina la indeterminación.

El productor de tan valioso proceso es ni más ni menos que el Libre Albedrío, componente inseparable del espíritu a partir de su nacimiento, al que puede recurrir tanto cuando puebla el espacio como en ocasión de estar unido a un cuerpo.

Esa facultad o derecho para actuar como deseamos, nos hace a la vez responsables de lo que pasa en la vida comunitaria, por lo que cada uno decide, además de orientar su propia existencia, repercute sobre la de los otros hombres y mujeres. A veces pocos, en ocasiones muchos. Como así ha ocurrido siempre, con la presencia de grupos que supieron hacerse dueños del poder, utilizando sistemas para que una minoría de privilegiados ex la explote en todo orden a la mayoría de sus semejantes, la situación social que hoy impera en el mundo deriva en gran parte del curso e la historia, que hasta el momento está lejos de encontrarse ajustado a las Leyes Divinas.

De acuerdo a como marchan las cosas, si los espíritas nos actualizamos, lo haremos como se debe si incluimos el interés por la sociología y los beneficios que pueden derivarse de su buena utilización. De quedar eso sin atender, nuestro movimiento, no ha de prestar a la gente el mejor servicio a que está destinado.

En la actualidad nos encontramos detenidos, pues sigue imperando la idea de que, por el karma, cada uno ocupa el lugar que se merece, sin tener en cuenta que si dicho factor permite, por libre elección, pagar un mal ejerciendo un bien de valor equivalente, lo correcto es señalar que cada vez que regresamos a la vida terrenal, lo hacemos en condiciones que nos dan la oportunidad de poner en juego la corrección de defectos. Si lo primero fuese cierto, no tendrían porqué interesarnos los que sufren, dado que así pagarían más rápido sus deudas morales. La caridad en cualquiera de sus formas, sería entonces innecesaria y hasta inoportuna.

Como lo real es lo segundo, pero también resulta verdadero que en el intento se producen fracasos, hay seres que se apartan del plan con que llegaron a la vida y se inclinan por ocuparse de lo que les agrada, le da placeres y beneficios, en especial económicos, integrándose a una clase privilegiada. Si bien son los menos, acumulan riquezas y poder para manejar a los más, transformándolos en réprobos.

Frente a esta situación, el Espiritismo no puede seguir aplicando parcialmente a Kardec, ni continuar prestando oídos sordos a quienes interpretaron e interpretan de forma completa al Codificador. Compete que la doctrina sea puesta al día, para que deje de ser espectadora ante los errores sociológicos y entre a actuar con metodologías que enseñen al mundo como enmendarlos.

¿Qué corresponde hacer? ¿Qué contenido debe dársele al conocimiento para que además de ser científico, filosófico y moral, incluya también a la sociología?

Los siguientes párrafos ofrecen bases a la proposición final, definiendo puntos importantes a tener en cuenta y que aclaren confusiones, sean de desconocedores del Espiritismo o vengan desde asociados a sus instituciones.

Puede decirse que se hace sociología espírita cuando, en las sociedades rotuladas de igual modo, encarnados y desencarnados se ocupan de que todos conozcan bien las causas productoras de los severos males que sufre la vida planetaria de los seres humanos, para preparar métodos y gente que los utilice, en colaboración con otros saberes y en momentos oportunos, en búsqueda de la corrección de esas desviaciones negativas. Dicho quehacer debe tener profundidad, estar bien meditado desprovisto de apuro. Sus emisarios han ayudar a que desaparezcan los enfrentamientos, manejando ideas que estén muy lejos de las peleas físicas o verbales, promoviendo la instalación de una Revolución ideológica, en cuyo ejercicio se discutan y tomen determinaciones entre personas que se consideren y se sientan hermanas.

En cuanto al contenido, siguiendo los dictados de la Codificación, luego desarrollados y hechos más actuales por figuras de relieve como Manuel Porteiro, Humberto Mariotti, Manuel Navarro Murillo, Deolindo Amorim, José Herculano Pires, y Jon Azpúrua, entre otros, está compuesto en esencia por el Socialismo espiritualista o espiritualizado. Para evitar que el uso de esta terminología provoque falsas interpretaciones, conviene aclarar un poco la cuestión.

Hablar de socialismo no significa condecirse o estar de acuerdo con lo estipulado por el marxismo, comunismo o socialismo científico, denominación última creada por los creadores del materialismo dialéctico. Si tratásemos de volver a lo propuesto por ese sistema, nos colocaríamos en franca contradicción con nuestros principios básicos, puesto que Marx y Engels no aceptaban la existencia del espíritu, al asegurar que nada queda del ser humano después de la muerte, dado que el pensamiento es una especie de secreción de la materia, que brota como consecuencia de la producción y los bienes.

Como la burguesía, madre de la revolución tecnológica y del capitalismo liberal, lejos de conseguir que con ellos aumente en forma progresiva el número de seres humanos con bienestar económico, ha hecho que los pobres y desamparados sean los que se incrementen día a día, con depositarios del poder que no se ocupan de que la cuestión cambie, la posición espírita también está en desacuerdo con su postura.

La forma enunciada del socialismo es algo que como idea existe desde larguísimo tiempo antes de que se hablase de Espiritismo. Como otros componentes doctrinarios, ha sido adoptada por quienes la manejan para utilizarla de acuerdo con nuestros conceptos filosóficos y éticos, procurando el bien de todos. Eso no significa que tengamos la exclusividad de su empleo, ya que a veces como atisbo y otras con claridad, se la puede rescatar de diferentes manifestaciones en pro de la vida comunitaria adecuada.

Traducido lo anterior a otros términos, significa que para la construcción de la sociología futura, en la que el interés general prime sobre el de orden particular. Un recorrido por la historia permite obtener, de expresiones y metodologías ofrecidas al hombre desde tiempos inmemoriales hasta los de hoy, selecto material destinado a tal fin, relacionado con la concepción socialista. Basta para ello referir extractos de los “libros sagrados”, el decir y hacer de los enviados divinos, el contenido de filosofías como las de Sócatres, Aristóteles y Fromm, la teoría e intentos de Alexis Carrel, el ejemplo de Mahatma Ghandi y hasta lo rescatable de ciertos aspectos del marxismo y del capitalismo.

La marcha al compás del pensamiento socialista espiritualizado permitiría conseguir una sociedad libre, solidaria y con igualdad relativa, en la que la economía combine el capital privado con el colectivo, para que la producción se distribuya equitativamente, sin que se acumulen riquezas superfluas ni exista gente desprovista de lo imprescindible. Así se hará la verdadera caridad, que nada tiene que ver con la beneficencia.

El hecho de que el Espiritismo participe de un proceso tan trascendental obliga a que sus practicantes, además de aprender humanismo en las sociedades a la que concurren, proyecten dicho conocimiento hacia fuera de ellos, para que el mundo lo conozca y se creen las condiciones que favorezcan su puesta en práctica.

¿Cómo podremos conseguir esto? ¿Cómo lo haríamos a nivel particular y colectivo?

El hecho de que el Espiritismo participe de un proceso tan trascendental obliga a que sus practicantes, además de aprender humanismo en las sociedades a la que concurren, proyecten dicho conocimiento hacia fuera de ellos, para que el mundo lo conozca y se creen las condiciones que favorezcan su puesta en práctica.

Esto se conseguirá por medio de dos maneras de actuar, que tienen carácter complementario.

Por un lado, las personas adiestradas en sociología, si la situación se torna propicia, tomarán parte en actividades políticas, por supuesto integrando grupos con seres que compartan su posición.

Se trata de algo difícil, pero no imposible o utópico.

Por otro, las Organizaciones Espíritas solicitarán se les conecte a la UNESCO. Esa dependencia de la ONU, que está haciendo periódicas reuniones internacionales dedicadas a la ciencia en relación con la vida humana, los representantes de de nuestro movimiento tendrán la oportunidad de tratar interdisciplinariamente diversos temas, así como integrarse a agrupaciones que se destinarán a trabajos científicos transdisciplinarios.

La puesta en juego de los expresado ocasionará un beneficio general, porque el Espiritismo se ocupará de algo que no puede seguir relegado, mientras que las ciencias que ahora consideran al Universo y al Hombre como cosas individuales, tendrán la oportunidad de comprender lo que es el espíritu. De tal forma, cuando se generalice la aceptación de que en el cosmos existe un componente pensante además del físico, el manejo de la vida planetaria, se fundamentará en principios que darán lugar a que el Hombre entienda y vea las ventajas de abandonar el orgullo y el egoísmo, para adentrarse en el camino del respeto y amor al semejante.

Hacer sociología espírita supone entonces convivencia con quienes piensan diferente, sabiendo conseguir que de ambos lados se desestime en enfrentamiento. Reuniéndonos entonces por separado para preparar intentos de soluciones y juntándonos para discutir su validez, daremos lugar a una interacción que podrá en forma paulatina y segura, aunque sea con lentitud, ir consiguiendo el bienestar que en la actualidad prácticamente nadie disfruta en la Tierra. Así se hará realidad la revolución ideológica, cuya vivencia nos hará sentir ciudadanos del mundo, no preocupados por imponernos a los de otro color o nacionalidad, porque con el correr del tiempo todos nos consideraremos miembros de una sola familia, ubicados en distintas dependencias de una gran casa.

De acuerdo con las proposiciones de nuestras doctrinas, lo que tenga que ver con el manejo de la vida humana por las ciencias sociales ha de sufrir un cambio radical. !Basta de considerar que el Hombre posee tales características o sufre determinadas consecuencias como resultado de lo hecho en política, economía o jurisprudencia, considerando que eso es lo único que interesa a la sociología! Se trata de una verdad, pero correspondiente a lo teórico de un saber muy profundo y extenso.

A nosotros nos interesa que se ponga en juego la parte práctica (sociología aplicada), porque su buen manejo le hará conductora de los tres conocimientos ya mencionados. En función de ello, los que la ejerzan se encargarán de estudiar las necesidades de grupos humanos y las medidas a aplicar para su mejoría o desaparición. Estas últimas las transferirán a gobernantes, legisladores y economistas, quienes entonces podrán tomar decisiones bien fundamentadas.

Un repaso mental de lo dicho hasta ahora, aclara que el conocimiento de las significativas y variadas posibilidades con que cuenta el Espiritismo para intervenir en la redención social, desactualiza automáticamente ciertas afirmaciones falsas con que lo suele considerar, que dañan su imagen y hasta le interfieren en buen funcionamiento. Eso acontece con las expresiones de malos informados, que aseguran que los espíritas nos interesamos solamente por las cosas de ultratumba y ponen en tela de juicio los logros de la mediumnidad. También pasa lo mismo con la opinión de ciertos kardecistas, que se oponen a que se realicen reuniones dedicadas a la sociología. De ambas cosas nos olvidaremos si, pasado un poco más de tiempo, se avanza como corresponde en la puesta al día.

Antes de pasar a otro aspecto del tema, recapacítese sobre lo que dijo Kardec de la Aristocracia Intelecto-Moral y considérese que, un seguidor de la categoría de Humberto Mariotti, manifestó que el nuevo Espiritismo ha de contar con la Mediumnidad Social, a través de la cual se expresarán Espíritus muy elevados, para dar lugar a que se instale la espíritocracia.

Frente a lo anterior cabe preguntarse si la democracia, que es el mejor sistema político habido hasta el presente, deberá sufrir en adelante profundas modificaciones o ser reemplazada por otra metodología de gobierno. La respuesta vendrá cuando estemos bien adentrados en la sociología aplicada. Pretender darla enseguida hace correr el riesgo de que sea prejuiciosa o antojadiza. Lo que importa es ponernos ya a crear condiciones para que en el manejo de la sociedad de tiempos venideros, se utilicen paradigmas elaborados por mentalidades evidentemente superiores, inspiradas en las leyes divinas.

Después de las consideraciones precedentes, recordatorias de las medidas con que cuenta el Espiritismo para convertirse en participante de categoría en el trabajo destinado a encauzar correctamente la vida comunitaria humana, que los propios Hombres hemos colocado en situación lamentable, se harán proposiciones destinadas a que sepamos disponer las cosas de nuestro movimiento para que, sin continuar perdiendo el tiempo, transforme en realidades los actuales proyectos.

Hace falta actuar planificadamente…

Si se deja que las cosas evolucionen con espontaneidad, además de avanzar mucho más despacio, es seguro que se harán de manera distinta en unos lugares y en otros. También debe tenerse en cuenta las instituciones con dirigentes remisos a lo que se les proponga, para saber actuar sobre ellas. Finalmente si la Confederación entra a participar en reuniones internacionales, cuando tenga que enviar representantes a las mismas, no se ha de poner a buscarlos en el momento, sino que debe conocer con anticipación quienes serán y donde se hallan, dado que a veces podrá ser necesario someterlos a preparación, para recibir informaciones que les serán útiles en el momento de intervenir. Tal entrenamiento contará con la colaboración de desencarnados cada vez que se considere necesario.

Como lo insinúa el título, los espíritas deben volcarse a la sociología y el Espiritismo esparcirse por el mundo. Ambas cuestiones tienen, por lo menos dentro de a organización que convocó a esta Conferencia Regional, que contar con todo lo que haga falta para tomar cuerpo y hacer que los postulados provistos al respecto por parte del único conocimiento espiritualista que es científico, además de ser compartidos por todos los adeptos, sean llevados por sus mejores sociólogos a cotejarse con la opinión de otros saberes, para entre todos dar pábulo a la ecología social, nada más ni nada menos que al amparo de las asambleas que periódicamente patrocina la UNESCO, circunstancia la última por cuya efectivización se desvela el autor de lo que se está diciendo, quien en tal aspecto trata de continuar con lo que Mariotti pedía, casi como clamor, en el decenio final de su existencia.

No basta empero con la descripción de los medios con que se cuenta y de los resultados que de ellos se esperan. Para un encause humanístico de tales elementos, hay que hacer referencia a las actividades capaces de impulsarlos en ese sentido.

Los espiritistas actuaremos bien si disponemos nuestro material como corresponde. Quienes formamos parte de la CEPA haremos lo adecuado ocupándonos de revisar su estructura, para producirle agregados o cambios si es que hacen falta, con el propósito de que, en adelante, dicha organización sea líder en el avance sociológico doctrinario, tanto por lo que se realice en el seno de las agrupaciones que la componen, cuanto por lo que desde ella se irradie hacia su exterior.

A favor de lo enunciado, sin pretender que lo que se diga sea exclusivo o completo, van a continuación propuestas que intentan ayudar a que se tomen determinaciones como resultado de ese encuentro, en virtud de las cuales se pueden transformar las palabras en hechos, siempre refiriéndose al problema social. Esto es lo que se pide:

(1) Favorecer la llegada de información sociológica a todos los participantes de reuniones en sus sociedades afiliadas o adheridas a la CEPA.

(2) Conexión de la CEPA a la UNESCO y expansión mundial del Espiritismo.

FIN

Lo anterior es un extracto de una ponencia titulada: “Espíritas a la Sociología y Espiritistas al Mundo”, presentada por Néstor J. Massaro. en la XIV Conferencia Regional Espírita Panamericana – noviembre 2002.