lunes, 8 de julio de 2013
HUMILDAD EN TRABAJO ESPÍRITA
Todo cuanto decís o hacéis no debéis considerarlo más que como un deber, si lo que hacéis y decís es bueno y justo. Si los demás lo encuentran bueno y os ensalzan, manteneos humildes y demostradles que sólo os consideráis instrumentos útiles de los buenos espíritus y que deseáis ser los últimos: porque el orgullo es una víbora que va enroscándose poco a poco a medida que el hombre se remonta dentro del Espiritismo, si es que no va muy apercibido del cuidado y de las reglas que requieren su misión, y que esta víbora es tan suave, que el hombre no se apercibe de ella hasta que cae y cae más pronto de lo que él esperaba.
No confiéis mucho en los que creen ser algo y que creen lo hacen mejor que los demás, porque en su corazón dicen: yo soy, yo hago y se creen superiores; en verdad os digo que éstos se prestan a juicio que caerán de su pedestal.
No olvidéis que para merecer que os presten su ayuda los misioneros del espacio, debéis practicar aquella palabras:"El que quiera ser el primero entre vosotros debe ser el servidor de todos", pero debe serlo sin jactancia, sin pretensión, sino exclamando: Padre, dadme valor y humildad para cumplir mi misión y dar buen ejemplo en lo poquísimo que yo haga.
Espiritistas que trabajáis: si queréis no hagáis caso de mis palabras, pero observad los hechos y veréis que muchos han fracasado y muchos fracasaréis si no os escudáis en la humildad.
Un Espíritu.
Comunicación obtenida en el Centro "Fraternidad Humana" de Tarrasa
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