Autor: Jorge Hessen
Cuando pensamos en los millares de espíritas de poca cultura, humildes y materialmente pobres, sin embargo verdaderos vanguardistas de la Tercera Revelación; cuando imaginamos que el edificio doctrinario se mantiene firme en fase del amor de esos legítimos baluartes del Evangelio, nos entristecemos cuando se trompetea en nuestras huestes los excesos de consagración a las elites culturales.
“La presencia del elitismo en las actividades doctrinarias (…) va exponiéndonos a la dogmatización de los conceptos espíritas en la forma del Espiritismo para los pobres, para ricos, para intelectuales, para incultos (…) “
Chico Xavier ya advertía en 1977, “Es preciso huir de la tendencia a la “Utilización” en el seno del movimiento espírita (…) el Espiritismo vino para el pueblo. Es indispensable que lo estudiemos junto con las masas más humildes social e intelectualmente hablando y aproximarnos a ellos(…) Si no nos precavemos, de aquí a poco estaremos en nuestras casas espíritas hablando apenas y explicando el Evangelio de Cristo, a las personas laureadas por títulos académicos o intelectuales(…)”.
Acompañamos con mucha reserva el surgimiento de varias asociaciones de: periodistas, psicólogos, pedagogos, escritores, magistrados, médicos. Ese espíritu corporativista es inaceptable bajo la óptica espírita. Más allá, de esas corporaciones que promueven elegantes eventos (casi siempre cobrándose tasas de inscripción) para aguzar la vanidad de algunos cofrades que no pierden la oportunidad de atraer par si los proyectos de la “fama”.
Los eventos gratuitos deben ser realizados, obviamente, sin embargo urge considerar que esos simposios sean estructurados sobre la programación abierta a todos y de interés de la doctrina, no para ser un rival de competición para intelectuales con titulo académico, como un “pasaporte” para traducir “mejor” los conceptos Kardecianos.
Caso contrario, consigna el editorialista de la Revista Espírita, “Chico Xavier, Divaldo Franco, tanto como en el pasado León Denis, que era cajero viajante, no podían participar de esos conclaves, bajo pena de sentirse desambientados y constreñidos, por no tener la titulación conferida por las universidades del mundo. Por no hablar del propio Cristo, que no pasó de la condición de modesto carpintero”.
Sinceramente, no conseguimos comprender el Espiritismo, sin Jesús y sin Kardec para todos, con todos y al alcance de todos, a fin de que el proyecto de la Tercera Revelación alcance los fines que se propone.
Es Chico Xavier el que enseña: “Por más respetables que tengamos los títulos académicos, no vacilemos en confundirnos en la multitud para aprender a vivir, con ella, el gran mensaje. (…)”.
Enfatizamos las amonestaciones de Chico Xavier, “Precisamos conversar desapasionadamente sobre nuestro movimiento. Es preciso que nosotros, los espíritas comprendamos que no podemos distanciarnos del pueblo. Es preciso huir de la tendencia a la “utilización” en el seno del movimiento espírita. Es necesario que los dirigentes espíritas, principalmente los ligados a los órganos unificadores, comprendan y sientan que el Espiritismo vino para el pueblo y con él dialogar. Es indispensable que estudiemos la Doctrina Espirita junto con las masas, que amemos a todos los compañeros, más sobretodo, a los espíritas más humildes social e intelectualmente hablando y aproximarnos a ellos con real espíritu de comprensión y fraternidad.
Si no nos ponemos sobre aviso, de aquí a poco estaremos en nuestras casas espíritas apenas hablando y explicando el evangelio de Cristo a las personas laureadas por los títulos académicos o intelectuales y cofrades de posición social más elevada. Más que justo es, que debemos evitar eso, la “elitización” en el Espiritismo, esto es, la formación del “espíritu de cúpula”, con evocación de infalibilidad, en nuestras organizaciones”.
Por tanto, debemos buscar por la simplicidad doctrinaria evitar todo aquello que recuerde castas, discriminaciones, evidencias individuales, privilegios injustificables, inmunidad, prioridades. Que repensemos las asociaciones de profesionales A, B, C…
¿Más allá de eso, amigo lector, usted conoce alguna asociación espírita de carpinteros, mercenarios, lavadores, posaderos, limpiadores, pedreros, sirvientes?
Traducido por: Mercedes Cruz Reyes
E-mail:merchitacruz@gmail.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario