Rosa María
Silvestre Santo
Relato de una experiencia
Dribleando el Dolor es el título de un libro de
Luiz Sergio, psicografía de Irene
Pacheco de Carvalho. (selección de
textos al final de esta edición). Entré en contacto con este precioso libro
tras mi formación como agente multiplicador de drogas por la Universidad de
Brasilia en 1988. Este libro me confirmó todo que lo que hasta entonces había
leído y vivido sobre prevención a las drogas, complementado por otras obras del
mismo autor espiritual.
Fueron tantos libros leídos, preguntas sin respuestas, entrevistas con
profesionales especializados, vivencias de orientación para jóvenes adultos,
tantos desafíos a enfrentar que, concomitantemente, fiz a formación en
Psicodrama, sabiendo que irá a adquirir un instrumento poderoso para el trabajo
con grupos. Editó un libro relatando mi experiencia en escuelas
("Prevención de Drogas en la Escuela: un abordaje psicodramático") y continúa
realizando trabajos preventivos, actualmente actúa también como co-dirigente de un curso
para las familias y educadores llamado "Escuelita" de Padres, en la
ciudad de Ribeiro Preto.
De 1988 para acá muchas cosas han cambiado, actualizarse siempre fue
una necesidad permanente. En aquella época entendíamos que el joven procuraba
la droga porque tenía problemas serios con la familia y con él mismo. Hoy
sabemos que no es así, es por modismo, es porque sus colegas de la infancia la
están usando, es por pura diversión, algunos la usan para relajarse y
"trascender".
En aquellos tiempos y hasta hoy, la alternativa para prevención será
la valorización del joven a través de los deportes, de las artes, del
desenvolvimiento del potencial creativo y de un soporte espiritual, como
pertenecer a algún credo religioso y encontrar vías de acceso en sete. Hoy
constatamos que todas esas alternativas no siempre son suficientes. Numerosos
artistas, atletas, personas creativas son los mayores usuarios y propagadores de
drogas. El medio del deporte está contaminado por las drogas, la competición es
tan cerrada, el espacio es tan incierto, que la ansiedad y la angustia
encuentran guarida en las drogas. Maradona es apenas la punta del témpano, muchos atletas con
o sin fama, de variadas categorías deportivas, alucinan sus vidas en un mundo
irreal como el que el alcohol, la macona o a la cocaína proporcionan.
Si las artes y los deportes son insuficientes como alternativas para
las drogas, el suporte espiritual podrá darnos el gran triunfo. ¿Lo será?
Infelizmente tampoco lo es, asistimos con pesar, al sufrimiento de familias
religiosas, en nuestro caso, familias espíritas que se ven con algún hijo
envuelto en drogas. ¿Pero cómo? Ese hijo participaba de las Evangelización cuando
asistía de la Mocedad Espírita, del Culto en el Hogar, ¿y aún así fueron
seducidos por las drogas?
Ahí, encontré a León Denis y constaté que precisamos enseñar nuestras niñez y
jóvenes a mirar para dentro de sí, mas solo podremos enseñar eso, cuando aprendamos
a mirar hacia dentro de nosotros mismos y aprovecharnos de los insights e intuiciones
sobre las metas y objetivos de nuestra encarnación. La intuición que recibimos
es una forma de conocimiento privilegiado. Como afirma un autor del jornal de
la Asociación de Psicólogos Espíritas, la capacidad intuitiva de nuestro
pensamiento es lo divino dentro de nosotros.
Cuando las personas practican meditaciones, oraciones y pensamientos
constructivos, siempre con el pensamiento en el amor universal, reciben
inspiraciones variadas. Muchos descubrimientos científicos notables para la
humanidad, como también notables manifestaciones del arte en pintores, médicos
y poetas fueron realizadas cuando vivenciaron el proceso creativo, tras un
pequeño descanso y apagamiento de excitación intelectual, Einstein fue uno de
esos casos.
La necesidad de la meditación está ocupando espacio hasta en las
medios masivos de comunicación, leemos en la revista Examen la recomendación a
los ejecutivos sobre la práctica de la meditación como una manera de mejorar la
calidad de vida y tener éxito en los negocios.
Emannuel, Luiz Sergio, León Denis y tantos otros
autores espíritas y "espíritus" nos lo han orientado, más Joanna de Angelis fue la más
explícita sobre la necesidad y el poder de la meditación.
En su mensaje sobre la meditación (íntegra al final de este texto)
ella explica que el hombre que busca la realización personal sabe que precisa
practicar la interiorización y que la meditación es un medio de disciplinar la
voluntad, ejercitar la paciencia, instrumento necesario para vencer a cada día,
las tendencias inferiores que cargamos.
Recomienda Joanna que precisamos escoger un lugar agradable, respirar y sentir el aire
que bendice nuestra vida, armonizar con el bien y dejar los pensamientos surgir
como inquieto corcel mental, no luchar contra los pensamientos, sino
conquistarlos con paciencia. Invadir el desconocido país de la mente y resistir a
las dificultades inherentes del ejercicio. Poco a poco, aumentar el tiempo de
dedicación, relajar el cuerpo, pero en una postura que no invite al sueño,
haciendo el esfuerzo constante para vencer los deseos inferiores y las malas
inclinaciones. Después de mucha práctica, siempre que tuviere un desafío o
problema, será naturalmente conducido a la tranquilidad y al discernimiento.
Gandhi se habituó a la meditación, que lo fortalecía para ayunar por varios
días sin sufrir disturbios mentales. Jesús también se entregaba a la meditación
como forma de mantenerse ligado al Padre.
Jorge Andrea en el libro "Enfoque científico en la doctrina
espírita" explica que existen dos estados que pueden facilitar la
meditación: la cabezada antes del sueño y el despertar antes de despertar. La
cabezada es un estado común, intermedio entre el estado de vigilia y el sueño,
también llamado de estado crepuscular o fase hipnogógica. Otra fase
semejante a la siesta es la que antecede al despertar. En estos dos momentos:
fase de cabezada o antes del despertar, cada persona podrá obtener, de acuerdo
con su evolución espiritual, imágenes armoniosas, orientaciones, respuestas a
preguntas, ideas creativas, como también sugerencias de naturaleza negativa.
Son percepciones que pasan en un rápido instante, dejando las impresiones.
Según Jorge Andrea poseemos 4 ritmos específicos, clasificados en
alfa, beta, theta y delta. El ritmo alfa sería el de la normalidad, el beta más
rápido, en torno de 24 ciclos por segundo, un estado casi siempre ansioso, el
theta y delta son ondas lentas de 4 a 7 ciclos por segundo, revelando un estado
doliente, propio de las disritmias y epilepsias y también de las personas
normales en estado crepuscular o fase hipnogógica, esto es, en estados de
meditación o de oración auténtica.
Los registros de los electro-encencefalo-gramas constatan que tanto
personas sanas en estados de meditación como personas dolientes, registran
ondas thetas. Esclarece el autor: "Creemos y tenemos como cierto que, en
esta fase, la meditación y la oración serían verdaderos soportes para a
mecánica del proceso, propiciando ampliación, a fin de alcanzar un estado de
éxtasis. ¿Este estado no representará una ventana psicológica para el Espíritu
encarnado, deseoso, con sus impulsos, de buscar la amplitud? ¿Habrá posibilidad
de entrenamiento a fin de ser alcanzado, conscientemente, ese estado? Sabemos
que sí, las antiguas tradiciones espirituales orientales revelan que ese camino
es posible, basta tener disciplina, concentración, visualización y hábito diario. La Yoga
puede ser un excelente camino a ser seguido. (leer Meditación Silenciosa)
Dice Andrea, que al inicio las percepciones son confusas, mezcladas
con imágenes externas e internas del individuo, con el tiempo se van se
tornando mejor estructuradas, brillantes, coloridas y traduciendo vivencias
espirituales verdaderas.
Mas, ¿cómo envolver al joven en la práctica de la meditación? ¿Será
que las familias y escuelas hacen uso de ella? Sabemos que todavía no, pocas
familias y algunas escuelas ”holísticas”, han introducido la meditación en sus propuestas de
vida, mas aún podremos llegar allá.
Cuando el adolescente aprenda a lidiar con sus emociones, a
tranquilizar el flujo sexual mediante la reflexión, la meditación, el trabajo,
el estudio y las aspiraciones superiores, pasarán a identificarse con el mundo,
con las personas y con él mismo.
Esa auto-identificación no es fácil, es demorada y pasa por la
inseguridad y dificultad de definir el ideal de vida, porque a los ojos del
adolescente falta vivencia de la realidad humana, La mezcla "altos vuelos
de encantamientos hasta abismos de negatividad" (Angelis, ob. cit.). Cuando está
ansioso por los altos vuelos, ve todo rosado y cuando percibe que sus sueños no
se transforman en realidad, cae en graves frustraciones y desánimos. En esta
sucesión de altos y bajos va madurando y adquiriendo la capacidad de colocar
los pies no suelo sin perder el optimismo. El joven precisa aprender con sus
yerros, obtener lecciones de vida.
Para Joanna "ser joven no es, solamente, poseer fuerza orgánica, capacidad
de soñar y de producir, mas, sobretodo, poder discernir lo que precisa ser
hecho, cómo y para qué realizarlo."
El joven precisa fortificarse y la oración es el verdadero remedio,
aprender a orar y aprender a meditar (que es diferente de orar), frecuentar los
grupos de Mocedad Espírita, participar del Culto del Evangelio en el Hogar, son
alternativas para superar los impulsos juveniles y su acondicionamiento del
pasado espiritual.
Divaldo Franco delante de la pregunta sobre el papel de los entrenamientos en
meditación para el perfeccionamiento del joven, responde que es de vital
importancia. (texto en la íntegra al final) Precisamos enseñarlos a meditar y
crear el hábito de la meditación. ¿Cómo? Dejo para cada lector encontrar la
respuesta más creativa posible que pueda concurrir con las seducciones del
mundo exterior, buscando un cambio de paradigma.