sábado, 5 de septiembre de 2015

FISIOLOGÍA DE LA MUERTE


Muy lejos de pretender explicar todos los mecanismos y fenómenos que operan en nuestro desencarne, creo que no hay mal en compilar informaciones científicas mecanicistas y las explicaciones obtenidas por psicografía, las de André Luiz para formular hipótesis y teorías a la luz de la razón y del pensamiento espírita para que en el futuro sean esclarecidas (negadas o confirmadas). Creo que esta actividad es una función primordial de la ciencia y mecanismo de evolución del conocimiento humano; o sea; elaborar hipótesis y procurar, por la experimentación y pesquisa, su afirmación o negación.
Dentro de este pensamiento me permito, en este texto, "viajar" por hipótesis y especulaciones que, no necesariamente, están correctas dejando al lector su opinión final.
A lo largo del desenvolvimiento de este curso, procuramos establecer de la manera más detallada posible las interfaces físico-etéricas, dentro del triple comando del cuerpo físico - PERIESPÍRITU SISTEMA NERVIOSO GLÁNDULAS ENDOCRINAS, donde serán expresadas las voluntades del ESPÍRITU, que es el principio inteligente.
Dentro de esta interface tenemos en el DUPLO ETÉRICO la porción periespirítica más distante del espíritu y por tanto la más próxima del cuerpo físico y, ya en el plano físico, las neuronas como las células más próximas al periespíritu.
Como todos nosotros, los espíritas, creemos, rigurosamente que todas las células de nuestro organismo físico están ligadas al periespíritu, de una forma más o menos intensa dependiendo del grado de evolución del espíritu y de su relación más o menos dependiente con o plano material, o sea, depende de su patrón de pensamiento (Espíritu). No en tanto, a pesar de esta ligazón total periespíritu-cuerpo físico, existen puntos específicos de unión para la manifestación del espíritu, y estos puntos están en el sistema nervioso, traducidos por la neurona que encierra en sus corpúsculos de Nissl la energía nutritiva emanada del plano espiritual, en los corpúsculos ocres de lipofuscina o factor de fijación periespirítica y a través de las mitocondrias en los espacios interatómicos el canal receptor de los comandos espirituales.
Por tanto todo el conjunto Periespíritu/cuerpo físico responden de manera global a la acción del espíritu producida por pensamiento que interactúa mientras encarnados, con el mundo material a fin de ejecutar sus planes de estudio en su facultad de evolución.
Cumple además recordar que la pineal es responsable por el llamado sexto sentido, o sea, es el receptor capaz de detectar informaciones del plano espiritual y las emanaciones magnéticas del plano material, sirviendo de antena poderosa a la informar al espíritu encarnado del plano etérico.
Continuando en la descripción de esta interface llegamos al doble etérico donde encontraremos centros de fuerza también llamados chacras con íntima relación anatómica con el sistema nervioso y que son transductores de energías a ser distribuidas por los departamentos orgánicos a través del sistema de los Nadis y meridianos descritos en la acupuntura. Estos centros de energía son portales preferenciales de energías llevando y trayendo informaciones advenidas del espíritu encarnado para su cuerpo físico y vice-versa más allá de aquellas oriundas de otras inteligencias, encarnadas o desencarnadas con las cuales nos relacionamos en nuestra vida en la Tierra (vía cuerpo físico) o por mediumnidad (vía periespíritu).
La conciencia adviene del espíritu y se manifiesta en este mundo con el auxilio del cerebro por los mecanismos ya citados de interface. Muchos mecanismos automáticos son desarrollados por nuestro cerebro para permitir la ejecución de tareas, hasta bastante complejas, de una manera casi que inconsciente permitiendo a nuestra mente la libertad para ejecución de otras tareas y pensamientos. Es por este motivo que la ciencia mecanicista aún no ha conseguido explicar la conciencia.
Por tanto, la conciencia no es física sino espiritual, y permanece aún tras el desligamiento de la materia, o igualmente durante los períodos de inactividad parcial del cerebro, como en el sueño o en el coma.
Partiendo de este principio percibimos que para la manifestación de nuestro pensamiento aquí en la Tierra necesitamos del aparato cerebral (igualmente en el caso de espíritus desencarnados) y que un defecto, o destrucción de este aparato puede llevar a la imposibilidad de manifestarse de manera completa en el plano material. No obstante, tenemos diversos ejemplos de personas que tras lesiones muy graves de su cerebro, pudieron rehabilitarse de forma sorprendente demostrando el grado de subordinación de nuestro cuerpo físico a nuestro cuerpo periespirítico que opera modificaciones estructurales y funcionales para retomar la capacidad de ejecutar sus tareas de manifestación.
Un turn-over, o renovación constante de los elementos que forman nuestro cuerpo físico es totalmente dirigido por nuestro modelo organizador bioló-gico que moldea, según sus atributos espirituales su aparato fisiológico.
Esta intrincada, y aún poco conocida ligazón es temporera, diferente de la relación Espíritu-Periespíritu, la unión con el cuerpo físico puede ser rota por accidente o dolencia o hasta por degeneración, o sea, tiene un tiempo útil y variable dependiendo de cada caso. El proceso de desligamiento de esta interface es el desencarne y sigue un proceso que puede ser más o menos dificultoso dependiendo de factores físicos y espirituales.
El proceso de muerte cuando ocurre naturalmente, o sea, por dolencia o por muerte natural, permite al individuo prepararse para la transición, auxiliado por la espiritualidad así como por los médicos de la Tierra, se permite una reflexión y una concienciación que facilitan sobre manera el proceso del pasaje.
Despedirse del ropaje fisiológico puede ser un proceso doloroso si hay una resistencia por parte del espíritu desencarnante reteniendo sus lazos periespiríticos con el cuerpo físico, ahora inadecuado a su interacción.
El proceso se asemeja mucho a la metamorfosis de los insectos, o sea, ocurre un proceso de disminución de la actividad con el individuo tornándose cada vez más inmóvil, pierde el hambre, para de alimentarse y va asumiendo una postura de crisálida, su pensamiento, por secreciones mentales teje hilos que van formando su capsulo de fuerzas mentales a partir de sus propias ideas reflejas dominantes. Este proceso puede durar minutos, horas, días o meses dependiendo de la naturaleza de su pensamiento y de sus capacidades espirituales. Simultáneamente se inicia la histólisis del cuerpo físico que va perdiendo las ligazones periespiríticas con las células y también con las neuronas, y la histólisis periespirítica en el doble etérico. En este momento el grado de apego del individuo al plano material puede facilitar o dificultar el proceso y se da por la valoración excesiva a los bienes materiales y/o su reluctancia en abandonar sus familiares, o hasta la reluctancia de sus familiares en permitir que el se valla.
La liberación del capsulo mental ocurre por secreciones mentales al final del proceso histolítico fortificando el campo mental y desatándose mecánicamente de los órganos materiales iniciando automáticamente el proceso histogénico.
Son más importantes la histólisis de los músculos y el aparato digestivo, y menos intensas en el sistema vascular y nervioso.
Terminada la histólisis se inicia la histogénesis espiritual donde su periespíritu experimentará modificaciones morfofisiológicas a fin de adaptarse a las necesidades de su nueva vida.
Los centros o chacras gástrico y genético, por ejemplo son neo-formados para usufructuar nuevas formas de alimento fluídico y para asumir nuevas funciones en la sublimación del amor. La histogénesis sigue el camino dictado por la mente y puede generar disturbios:
Los ovoides, debido al "monoideismo auto hipnotizante" provocado por el pensamiento fijo-depresivo que le define la voluntad de retornar al aparato fisiológico material, provoca una atrofia de los órganos periespiríticos necesitando de nueva encarnación para su corrección.
La metamorfosis incompleta en los individuos de evolución más primitiva, generalmente animales, que no poseen sustancia mental suficiente para operar su histogénesis y por tanto necesitan de nueva encarnación de emergencia. Fue el pensamiento constante que ofreció la estabilidad para la metamorfosis completa.
El tiempo final de la desencarnación es la ruptura del "cordón de plata" probable expansión periespirítica cuya inserción en la nuca debe corresponder al punto principal y más primitivo de ligazón con el cuerpo físico. Este tiempo generalmente es ejecutado por el equipo periespiritual que asiste el desencarne, como el obstetra hace en el nacimiento con el cordón umbilical. Esta ruptura debe ser hecha en el momento cierto y puede ocurrir hasta muchas horas tras la total muerte orgánica o también ser realizada por el propio espíritu desencarnante capacitado y preparado para eso.
Mientras haya una ligazón del periespíritu con el cuerpo físico, el espíritu "siente" y existen casos hasta de percibir el deterioro de su cuerpo físico. Este dato nos obliga a meditar sobre la cremación y la donación de órganos, necesitando el asunto de un cuidado mayor y una discusión más profunda.
En este proceso metamórfico ocurre el paso de informaciones de la memoria celular física hacia el banco de datos del periespíritu como en un disquete siendo grabado por el computador, repasando todas las memorias de su vida reciente. Algo parecido ocurrió en el proceso de reencarne, donde y recapitula la filogénesis y preparando al individuo para la vida carnal. Los pacientes que tuvieran experiencias de C.M. (casi muerte) relatan con mucha frecuencia este fenómeno.

En el período inmediato al desencarne es cuando se inicia nuestro contacto con la ley de causa y efecto. En aquellos cuyo desencarne fue un proceso más lento la depuración ya ocurrió en gran parte, mas en las muertes abruptas y violentas esta confrontación muchas veces es dolorosa y puede provocar desordenes que llevan el espíritu a las regiones umbralinas hasta recobrar su pensamiento ordenado.

NOTA: Desconocemos el autor de este magnífico trabajo. Presentamos nuestras excusas mas sinceras…

No hay comentarios:

Publicar un comentario