Mucha gente tiene miedo sólo de pensar en los espíritus. ¿Qué decir entonces cuando se tratare de malos espíritus? Y, llevados por una supuesta y anticipada protección, utilizan inútiles y variados medios que, dicen, protegen contra la influencia de ellos. Con ese propósito de defenderse o alejar supuestas presencias de malos espíritus que les perjudiquen la vida o los negocios, se utilizan procesos vulgares que a nada llevan.
Esas prácticas reciben el nombre de ofrendas, exorcismos, etc. y son absolutamente inútiles, desgastantes, improductivas e innecesarias.
Antes de todo, es preciso que se repita que los espíritus son los seres humanos antes y después de la existencia en la Tierra. Por tanto, también somos espíritus. Tras la muerte del cuerpo, habitaremos el mundo de los espíritus, con nuestras virtudes, defectos y conquistas morales e intelectuales.
Podemos afirmar como principio general que los malos espíritus aparecen o se entrometen donde alguna cosa los atrae. ¿Y qué los atrae? Es simple. En primer lugar, las imperfecciones morales; en segundo lugar la demasiada confianza con que son acogidas sus palabras o sugestiones, aunque intuitivas.
Las imperfecciones morales son la envidia, la maledicencia, la avaricia, el egoísmo, los celos, la codicia, la intolerancia, la irritación, la impaciencia y otros males. Por tanto para que ellos no sean atraídos, basta sustituir aquellos sentimientos por la paz, por la concordia, por el entendimiento, por la paciencia, por la calma, por el amor al prójimo...
Todos aquellos que cultiven virtudes y procuren corregirse de las propias imperfecciones morales estarán construyendo legítima defensa contra el ataque o intromisión de espíritus engañadores, inconvenientes o causadores de perturbaciones.
Y en el caso de que usted participe de intercambio mediúmnico (que no es exclusivo del Espiritismo), la ponderación y la reserva con analice y acepte las comunicaciones es otro instrumento de defensa contra los malos espíritus. Eso significa someter todas las comunicaciones y supuestas orientaciones advenidas de los espíritus, a través de los médiums, a los criterios de la lógica, del buen sentido y del bien común.
Actuando así, pronto, estarán apartados los malos espíritus, que pierden el acceso.
No hay misterios. Donde el amor brota espontáneo, donde la fraternidad está presente, donde el esfuerzo por el bien comparece, los malos espíritus pierden acceso y medios de entrometerse. Pero donde la tónica es el desrespeto, la desconfianza, la malicia, ahí están ellos, en abundancia.
Por tanto, todo depende de uno mismo. Nadie es perjudicado sino porque permitió ser perjudicado por la conducta propia. Quien está y se esfuerza en el bien, ya, por sí mismo, se está protegiendo. ¡Es simple!
Por tanto, haga de su hogar un lugar protegido: aleje los malos espíritus.
¿Como? ¡Con el esfuerzo de la conducta digna y recta! A comenzar en el ambiente familiar. Ello atraerá los buenos espíritus.
Orson Peter Carrara
http://www.espirito.org.br/portal/artigos/orson/afaste-os-maus-espiritos.html
miércoles, 6 de abril de 2011
PRÁCTCAS EXTRAÑAS EN LOS CENTROS ESPÍRITAS
El Espiritismo es la Doctrina de los Espíritus dirigida a los hombres y codificada por Allan Kardec, que se encuentra expresada en las cinco obras fundamentales, también conocidas como obras básicas: El Libro de los Espíritus, El Libro de los Médiums, El Evangelio según el Espiritismo, El Cielo y el Infierno y La Génesis.
Movimiento Espírita es el resultado de la labor de los hombres en pro de la divulgación del Espiritismo.
Se deduce entonces con facilidad, que el Movimiento ha de estar consubstanciado en la Doctrina Espírita, pues es en razón de esta que aquel existe.
Como célula esencial del Movimiento espírita, encontramos el Centro Espírita, institución con funciones bien definidas y, por tanto, totalmente vinculada a los fundamentos doctrinarios, junto a la cual se congregan los adeptos del Espiritismo para integrarse al espíritu de la Doctrina, promoviendo la profundización intelectual en el contenido de la información espírita de modo a poder corporificarla conscientemente en su comportamiento moral y social, en la jornada diaria.
Sin embargo, el Movimiento Espírita crece y se propaga, pero la Doctrina Espírita permanece ignorada, cuando no adulterada en muchos de sus postulados. Esto se da, como resultado de aquellos que asumen responsabilidades directivas, sin los necesarios recursos culturales y doctrinarios indispensables, por negligencia o hasta por omisión de muchos de sus miembros. O por cuenta propia, lo que licencia la vigencia en varios núcleos espiritistas de prácticas extrañas y ajenas a los objetivos y proposiciones del Espiritismo y de las Casas Espíritas, dentro las cuales citamos: la CROMOTERAPIA, la PSICOTERAPIA, la MUSICOTERAPIA, la HIDROTERAPIA, la CRISTALTERAPIA, la FITOTERAPIA, REIKIS. etc.
No entramos en el mérito de la eficiencia y bases científicas de tales terapias, algunas de las cuales vienen luchando por un reconocimiento académico, profesional y social. Pero, injertarlas en las instituciones espíritas como si fuesen prácticas espíritas es medida de alto riesgo que no considera la grandeza no dimensional del Espiritismo al querer reducirlo a la estrechez de puntos de vista personales.
Cuando se desee trabajar con CROMOTERAPIA, MUSICOTERAPIA o cualquiera otra, que se haga dentro de los moldes legales, pagando los impuestos, disputando con lealtad y abiertamente los pacientes interesados en el mercado profesional, pero, sin envolver las Casas Espíritas, utilizando sus dependencias, instalaciones, recursos financieros de la contribución de los asociados para la conservación de la casa, desviando los intereses de aquellos corazones que allí van en busca de lo que la Doctrina Espírita, y tan solamente ella, les puede ofrecer.
El Espiritismo es Doctrina de educación integral, de higiene mental y moral. Es el retomada de las enseñanzas de Jesús y de tantos otros grandes Maestros, al atormentado hombre del siglo ciclópeo de la tecnología, a través de sus emisarios, renovando la Tierra y multiplicando la esperanza y la paz en las mentes y en los corazones que permanezcan fieles a sus postulados.
La Casa Espírita es bendita escuela de almas, aprendiendo a vivir.
El Espiritismo tiene por objetivo el crecimiento moral del Hombre.
La Casa Espírita es un faro de esperanzas en la inquietud de la noche de las aflicciones, por ofrecer la luz del consolador Conocimiento Espiritual.
Tomado del Jornal Mundo Espírita de Marzo de 2001
Movimiento Espírita es el resultado de la labor de los hombres en pro de la divulgación del Espiritismo.
Se deduce entonces con facilidad, que el Movimiento ha de estar consubstanciado en la Doctrina Espírita, pues es en razón de esta que aquel existe.
Como célula esencial del Movimiento espírita, encontramos el Centro Espírita, institución con funciones bien definidas y, por tanto, totalmente vinculada a los fundamentos doctrinarios, junto a la cual se congregan los adeptos del Espiritismo para integrarse al espíritu de la Doctrina, promoviendo la profundización intelectual en el contenido de la información espírita de modo a poder corporificarla conscientemente en su comportamiento moral y social, en la jornada diaria.
Sin embargo, el Movimiento Espírita crece y se propaga, pero la Doctrina Espírita permanece ignorada, cuando no adulterada en muchos de sus postulados. Esto se da, como resultado de aquellos que asumen responsabilidades directivas, sin los necesarios recursos culturales y doctrinarios indispensables, por negligencia o hasta por omisión de muchos de sus miembros. O por cuenta propia, lo que licencia la vigencia en varios núcleos espiritistas de prácticas extrañas y ajenas a los objetivos y proposiciones del Espiritismo y de las Casas Espíritas, dentro las cuales citamos: la CROMOTERAPIA, la PSICOTERAPIA, la MUSICOTERAPIA, la HIDROTERAPIA, la CRISTALTERAPIA, la FITOTERAPIA, REIKIS. etc.
No entramos en el mérito de la eficiencia y bases científicas de tales terapias, algunas de las cuales vienen luchando por un reconocimiento académico, profesional y social. Pero, injertarlas en las instituciones espíritas como si fuesen prácticas espíritas es medida de alto riesgo que no considera la grandeza no dimensional del Espiritismo al querer reducirlo a la estrechez de puntos de vista personales.
Cuando se desee trabajar con CROMOTERAPIA, MUSICOTERAPIA o cualquiera otra, que se haga dentro de los moldes legales, pagando los impuestos, disputando con lealtad y abiertamente los pacientes interesados en el mercado profesional, pero, sin envolver las Casas Espíritas, utilizando sus dependencias, instalaciones, recursos financieros de la contribución de los asociados para la conservación de la casa, desviando los intereses de aquellos corazones que allí van en busca de lo que la Doctrina Espírita, y tan solamente ella, les puede ofrecer.
El Espiritismo es Doctrina de educación integral, de higiene mental y moral. Es el retomada de las enseñanzas de Jesús y de tantos otros grandes Maestros, al atormentado hombre del siglo ciclópeo de la tecnología, a través de sus emisarios, renovando la Tierra y multiplicando la esperanza y la paz en las mentes y en los corazones que permanezcan fieles a sus postulados.
La Casa Espírita es bendita escuela de almas, aprendiendo a vivir.
El Espiritismo tiene por objetivo el crecimiento moral del Hombre.
La Casa Espírita es un faro de esperanzas en la inquietud de la noche de las aflicciones, por ofrecer la luz del consolador Conocimiento Espiritual.
Tomado del Jornal Mundo Espírita de Marzo de 2001
lunes, 4 de abril de 2011
LA FE DE ALLAN KARDEC
Allan Kardec fue un hombre de fe.
Abandonó, a los 51 años, un tipo de vida para entregarse, sin reservas, a lo que consideró la obra de su vida: la codificación y la fundación del Espiritismo.
Quiso inaugurar un nuevo tipo de ejercicio de la fe: "Fe inquebrantable sólo es la que puede encarar frente a frente a la razón, en todas las épocas de la humanidad", sentenció al abrir su libro El Evangelio según el Espiritismo, que después de todo, trata de la fe.
En el capítulo XIX – la fe transporta montañas - afirma "La fe necesita de una base, que es la inteligencia perfecta de aquello en que se debe creer. y, para creer, no basta ver; es preciso, sobretodo, comprender (...) la fe razonada, por apoyarse en los hechos y en la lógica, ninguna oscuridad deja. La criatura entonces cree, porque tiene certeza, y nadie tiene certeza sino porque comprendió."
Analizando un trecho evangélico, en la abertura del capítulo, Allan Kardec pondera sobre el poder de la fe . "En el sentido propio, es cierto que la confianza en sus propias fuerzas torna al hombre capaz de ejecutar cosas materiales que no consigue hacer quien duda de sí.". y adelante: "En otra acepción, se entiende como fe la confianza que se tiene en la realización de una cosa, la certeza de alcanzar determinado fin. Ella da una especie de lucidez que permite que se vea, en pensamiento, la meta que se quiere alcanzar y los medios de llegar hasta allá, de suerte que aquel que la posee camina, por así decir, con absoluta seguridad. En uno como en el otro caso, puede ella dar lugar la que se ejecuten grandes cosas. Mas advierte " Cumple no confundir la fe con la presunción. La verdadera fe se conjuga a la humildad; aquel que la posee deposita más confianza en Dios que en sí propio, por saber que es simple instrumento de la voluntad divina, nada puede sin Dios".
Esa fe mixta, entre la creencia en Dios y la importancia de la razón es el desafío mayor que él mismo enfrentó. Hombre creyente, buscó en la ciencia, en la razón, el sustentáculo capaz de mantener la fidelidad a Dios y superar los límites de la fe ciega. Todavía, en el último parágrafo reproducido él cierra el círculo al minimizar el poder de la fe personal, todo sometiendo, , a la voluntad divina.
Sin desmerecer el poder divino, parece extremadamente limitado decir que "nada puede sin Dios". Tomado como verdad absoluta, torna el libre albedrío una fantasía. Tenemos que evolucionar en esa comprensión de la relación de Dios con la persona, enfatizando la abrangencia de la Ley, mas sabiendo que dentro de ella, el libre albedrío es soberano.
la fe de Kardec, por tanto, combina los factores espirituales, mas no queda a la espera de la acción divina para resolver los problemas. Refuerza el poder interior, la fuerza interior, que cada uno tiene y que precisa ser movilizada por la perspectiva de vida. Lo que falta es decisión y sobra pereza mental, espiritual y humana, y mucho.
(Traducido de un Editorial del periódico espírita "APERTURA")
Abandonó, a los 51 años, un tipo de vida para entregarse, sin reservas, a lo que consideró la obra de su vida: la codificación y la fundación del Espiritismo.
Quiso inaugurar un nuevo tipo de ejercicio de la fe: "Fe inquebrantable sólo es la que puede encarar frente a frente a la razón, en todas las épocas de la humanidad", sentenció al abrir su libro El Evangelio según el Espiritismo, que después de todo, trata de la fe.
En el capítulo XIX – la fe transporta montañas - afirma "La fe necesita de una base, que es la inteligencia perfecta de aquello en que se debe creer. y, para creer, no basta ver; es preciso, sobretodo, comprender (...) la fe razonada, por apoyarse en los hechos y en la lógica, ninguna oscuridad deja. La criatura entonces cree, porque tiene certeza, y nadie tiene certeza sino porque comprendió."
Analizando un trecho evangélico, en la abertura del capítulo, Allan Kardec pondera sobre el poder de la fe . "En el sentido propio, es cierto que la confianza en sus propias fuerzas torna al hombre capaz de ejecutar cosas materiales que no consigue hacer quien duda de sí.". y adelante: "En otra acepción, se entiende como fe la confianza que se tiene en la realización de una cosa, la certeza de alcanzar determinado fin. Ella da una especie de lucidez que permite que se vea, en pensamiento, la meta que se quiere alcanzar y los medios de llegar hasta allá, de suerte que aquel que la posee camina, por así decir, con absoluta seguridad. En uno como en el otro caso, puede ella dar lugar la que se ejecuten grandes cosas. Mas advierte " Cumple no confundir la fe con la presunción. La verdadera fe se conjuga a la humildad; aquel que la posee deposita más confianza en Dios que en sí propio, por saber que es simple instrumento de la voluntad divina, nada puede sin Dios".
Esa fe mixta, entre la creencia en Dios y la importancia de la razón es el desafío mayor que él mismo enfrentó. Hombre creyente, buscó en la ciencia, en la razón, el sustentáculo capaz de mantener la fidelidad a Dios y superar los límites de la fe ciega. Todavía, en el último parágrafo reproducido él cierra el círculo al minimizar el poder de la fe personal, todo sometiendo, , a la voluntad divina.
Sin desmerecer el poder divino, parece extremadamente limitado decir que "nada puede sin Dios". Tomado como verdad absoluta, torna el libre albedrío una fantasía. Tenemos que evolucionar en esa comprensión de la relación de Dios con la persona, enfatizando la abrangencia de la Ley, mas sabiendo que dentro de ella, el libre albedrío es soberano.
la fe de Kardec, por tanto, combina los factores espirituales, mas no queda a la espera de la acción divina para resolver los problemas. Refuerza el poder interior, la fuerza interior, que cada uno tiene y que precisa ser movilizada por la perspectiva de vida. Lo que falta es decisión y sobra pereza mental, espiritual y humana, y mucho.
(Traducido de un Editorial del periódico espírita "APERTURA")
LA CORRUPCIÓN CRECE Y CRECE
Sobre los Problemas Sociales y Políticos.
El panorama político ha tenido años de extraordinaria degradación. Las denuncias de corrupción política y gubernamental han sido prácticamente comprobadas, mostrando la faz no siempre tan oculta de los meandros políticos. Las Comisiones Políticas y Judiciales de Investigación (criminal o civil) se transbordan de escenas grotescas de culpables diciéndose inocentes, olvidados e intentando esquemas particulares en que se pudieran zafar. Y algunos lo consiguen y otros lo conseguirán.
Lo que resalta de ese maratón de maldades es el carácter humano, la improbidad personal de los que se creen expertos y capaces de desfalcar el dinero del pueblo en provecho propio o de proyectos de supremacía de sus partidos políticos.
La figura de los gobernantes fue debilitada y todos, en lo íntimo, creen que todos sabían de todas las males. No obstante, el próximo año todos se postularán para un nuevo mandato.
No sabemos si la desilusión de la disminuyente clase media que los llevó a la meseta será suficiente para derrotarlo.
Hay una impresión de lasitud, de desinterés por la cosa pública, culpa, según analistas, debido a la incapacidad de los partidos de oposición de agitar al pueblo, quedando todo en un marasmo y en un estado caliente, de desilusión y desesperanza.
Lo que sobresale es la práctica del mal.
En la pregunta 638, de El Libro de los Espíritus, analizando ponderaciones de Kardec, los Espíritus respondieran: "Aunque necesario, el mal no deja de ser el mal. Esa necesidad desaparece, entretanto, a medida que el alma se depura, pasando de una a otra existencia. Entonces, más culpable es el individuo cuando lo practica porque mejor lo comprende".
La pregunta 640 trae la interrogante: Aquel que no practica el mal, pero que se aprovecha del mal practicado, ¿es tan culpable cuanto éste?
—"Es como si lo hubiese practicado. Aprovechar el mal es participar de él. Tal vez no fuese capaz de practicarlo, pero desde que, habiéndose hecho, de él se saca partido, es que lo aprueba: es lo que habría practicado si pudiera, o se atreviera".
El Espiritismo es radical en la cuestión de los actos de las personas. Nadie es inocente y sea el mal desencadenado por uno y aprovechado por otros, es siempre mal.
En esas circunstancias, no hay disculpas para mandatarios del pueblo o miembros de partidos eventualmente en el poder, sea cual sea el partido, ahora, antes o después, de practicar el mal, robando, mintiendo, mal empleando los recursos públicos. Hasta la incompetencia es un mal porque, en ese caso, perjudica a millones.
Algunas veces hasta se han elegido mandatarios por corrupción. Todo se ve, envuelto en esquemas, en corrupción que canaliza los recursos para fines personales y partidarios.
Es preciso limpiar esa suciedad.
Editorial del pariódico 'Apertura' (Modificado por nuestra redacción con fines de generalidad.)
El panorama político ha tenido años de extraordinaria degradación. Las denuncias de corrupción política y gubernamental han sido prácticamente comprobadas, mostrando la faz no siempre tan oculta de los meandros políticos. Las Comisiones Políticas y Judiciales de Investigación (criminal o civil) se transbordan de escenas grotescas de culpables diciéndose inocentes, olvidados e intentando esquemas particulares en que se pudieran zafar. Y algunos lo consiguen y otros lo conseguirán.
Lo que resalta de ese maratón de maldades es el carácter humano, la improbidad personal de los que se creen expertos y capaces de desfalcar el dinero del pueblo en provecho propio o de proyectos de supremacía de sus partidos políticos.
La figura de los gobernantes fue debilitada y todos, en lo íntimo, creen que todos sabían de todas las males. No obstante, el próximo año todos se postularán para un nuevo mandato.
No sabemos si la desilusión de la disminuyente clase media que los llevó a la meseta será suficiente para derrotarlo.
Hay una impresión de lasitud, de desinterés por la cosa pública, culpa, según analistas, debido a la incapacidad de los partidos de oposición de agitar al pueblo, quedando todo en un marasmo y en un estado caliente, de desilusión y desesperanza.
Lo que sobresale es la práctica del mal.
En la pregunta 638, de El Libro de los Espíritus, analizando ponderaciones de Kardec, los Espíritus respondieran: "Aunque necesario, el mal no deja de ser el mal. Esa necesidad desaparece, entretanto, a medida que el alma se depura, pasando de una a otra existencia. Entonces, más culpable es el individuo cuando lo practica porque mejor lo comprende".
La pregunta 640 trae la interrogante: Aquel que no practica el mal, pero que se aprovecha del mal practicado, ¿es tan culpable cuanto éste?
—"Es como si lo hubiese practicado. Aprovechar el mal es participar de él. Tal vez no fuese capaz de practicarlo, pero desde que, habiéndose hecho, de él se saca partido, es que lo aprueba: es lo que habría practicado si pudiera, o se atreviera".
El Espiritismo es radical en la cuestión de los actos de las personas. Nadie es inocente y sea el mal desencadenado por uno y aprovechado por otros, es siempre mal.
En esas circunstancias, no hay disculpas para mandatarios del pueblo o miembros de partidos eventualmente en el poder, sea cual sea el partido, ahora, antes o después, de practicar el mal, robando, mintiendo, mal empleando los recursos públicos. Hasta la incompetencia es un mal porque, en ese caso, perjudica a millones.
Algunas veces hasta se han elegido mandatarios por corrupción. Todo se ve, envuelto en esquemas, en corrupción que canaliza los recursos para fines personales y partidarios.
Es preciso limpiar esa suciedad.
Editorial del pariódico 'Apertura' (Modificado por nuestra redacción con fines de generalidad.)
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