sábado, 18 de febrero de 2012

VIGENCIA DEL LIBRO 'SOCIALISMO Y ESPIRITISMO ' DE LEÓN DENIS

El llamado proceso de globalización que vive el mundo en estas últimas décadas del siglo 20, podrá inducir a muchos a pensar que este  libro postrero de Denis (Socalismo y Espiritismo) está falto de actualidad, dado que el Socialismo –al que se refiere y analiza imparcialmente su autor– es cosa superada por el Capitalismo en esta fase denominada hoy Neo-liberalismo.

Pero no es así, puesto que a la globalización podemos entenderla como el cumplimiento de lo que dice previsoramente el Codificador en el capítulo XVII:32 de su obra La Génesis...: "La unidad se logrará en religión como tiende a realizarse en los órdenes social, político y comercial mediante la caída de las barreras que separan a los pueblos y por la asimiliación de los hábitos, las costumbres y el uso de la lengua". Es decir que, "por la fuerza de las cosas" –expresión que emplea Kardec en este mismo párrafo y muy frecuentemente en el resto de sus demás libros–, vamos hacia esa unidad que adopta en este momento la forma llamada “globalización”, que otros sociólogos, pensadores y políticos han calificado, en sus distintos períodos, de "nacionalismos" (como el caso que Juana de Arco inició en Francia, ver el capítulo 13 del hermoso libro que sobre ella escribió Denis).

El período de los regionalismos (como el actual del Mercosur que están experimentando inicialmente cuatro países de nuestra América del Sur) y el de los continentalismos, proceso que se ha iniciado en Europa, para alcanzar –como preveía Kardec– la unidad de la humanidad en todos los órdenes, sin que ello sea una planificación o intención deliberada del hombre, sino que obedece a lo prefijado por las leyes naturales, que son las que conducen el proceso de la evolución, como nos lo dicen Kardec y Denis, por no mencionar sino a espíritus.

Pero este movimiento de la globalización se ve afectado igualmente por todos los vicios fundamentales que condujeron al fracaso a los distintos sistemas sociales a través de los tiempos y que son, como sabemos, los del orgullo y el egoísmo, a los que hace una severa crítica Léon Denis partiendo de las revolucionarias concepciones del Espiritismo fundamentadas sobre el conocimiento científico, filosófico y sociológico en cuanto a la dimensión espiritual e inmortal del Ser, encarnado y desencarnado, y de las leyes que rigen su evolución eterna a través de las vidas sucesivas, o reencarnaciones, en ésta y las demás moradas del Universo.

Sintetizando: "Este libro es de suma actualidad y vigencia, y nos animamos a decir que él será mejor valorado en los tiempos nuevos que se avecinan, dado que éste trasciende las limitaciones de las formas y los conocimientos actuales del saber oficial, afectado por preconceptos culturales arcaicos y misoneístas, y se expresa sobre la necesidad de instaurar la verdadera educación, la única capaz de transformar los caracteres, la cimentada sobre la base de ls ética científico-moral del Espiritismo: única vía posible de salir de este atolladero que detiene el avance del progreso espiritual".

Por ello es, también, que esa admirable obra mediúmnica recibida por Pietro Ubaldi: "La grande Síntesis", dice en el capítulo XCVII: "Se creyó únicamente en los cambios de sistemas y no se vio que la sustancia decisiva es la maduración del ser humano".

Y ese es, precisamente, el objetivo fundamental al que apunta la tarea específica de la Doctrina de los Espíritus en su afán de aportar su esfuerzo y dedicación por resolver –en forma indirecta– los tremendos problemas sociales, políticos y culturales que son efecto de una deficiente educación del ser humano, deficiencia educativa que, a su vez, es la resultante del fracaso estrepitoso de los credos religiosos, las filosofías y las ciencias que no han demostrado capacidad para resolver racional y científicamente el problema máximo del hombre: qué somos, de dónde venimos y adónde vamos.

Y en ello radica la importancia capital de este libro de Denis, que nos demuestra la fuerza moralizadora y renovadora del Espiritismo en estos tiempos de transición que vivimos.

FUNDACIÓN ESPÍRITA ALLAN KARDEC
Buenos Aires, agosto de 1997.

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