viernes, 1 de mayo de 2015

PENA DE MUERTE; UNA IRRACIONALIDAD

 
LA PENA DE MUERTE - ES UNA SUPREMA  IRRACIONALIDAD HUMANA

 En los escritos del Viejo Testamento, encontramos el
siguiente pasaje: “El que hiere a cualquiera de sus
compatriotas, así como él hizo, así se le hará a él: quebradura
por quebradura, ojo por ojo, diente por diente; cual fuera el
mal que hubiera hecho, tal será lo que ha de sufrir”. (1)
Disposiciones punitivas en resplandeciente contradicción con la
ordenación mayor del mismo Viejo Testamento en el Decálogo -
“No matarás” (2)

La prensa notificó que el Gobierno cubano anunció,
recientemente, que todos los prisioneros condenados a muerte
en el país tendrán sus penas revisadas, excepto algunos pocos
condenados por “terrorismo”. La deliberación de conmutar la
pena de los condenados a muerte, según el gobierno de la
Habana, no fue tomada por cuenta de la presión internacional,
más si por razones “humanitarias”.

Sin embargo, lamentablemente, la pena capital continuará
existiendo en Cuba.

En Brasil, pesquisas indican que la mayoría de los brasileños
es favorable a la implantación de la pena de muerte. En la
condición de espirita, tenemos la convicción de que el
argumento de las pesquisas no es legitimo. Hasta porque, el
respeto por los derechos humanos nunca debe depender de la
opinión pública, sujeta a muchas instabilidades. Es, más aun, la
experiencia ha demostrado que la pena de muerte ha sido
aplicada (en los países que la adoptan) contra las minorias
sociales y contra los pobres, a los cuales siempre se asocia la
imagen de la violencia.
Según Chico Xavier, - “la pena debería ser de educación. La
persona debería ser condenada, más, a leer libros, a educarse,
a internarse en colegios aunque sea, vamos a decir, por orden
policial. (3) El Estado de Nueva Yérsey - EUA se tornó el primer
Estado americano para abolir la pena de muerte por decisión
legislativa, desde que la Corte Suprema del país restituyo la
práctica, en 1976. Hubo 53 ejecuciones en el 2006 en los EUA,
menor numero en diez años.

Durante la Edad media, muchos pensadores fueron
excomulgados por la Iglesia y, con el aval o el silencio del
monarca, condenados a muerte. Con la llegada del siglo XIX y el
advenimiento de los filósofos iluminados, el movimiento contra
la pena de muerte conoció un periodo de franco apogeo.
Portugal fue el país pionero en la abolición de esa execrable
institución; en 1852 para los crímenes políticos, y en 1867 para
los crímenes civiles. Paulatinamente, muchos países seguirían la trilla de los compatriotas ibéricos, abrazando esa conquista de
los derechos humanos sobre la barbarie, tornándose abolicionista. Sin embargo, con la eclosión de las dos Grandes
Guerras mundiales en el siglo XX, holocaustos y revoluciones,
fundamentalismos y purgas, la tendencia comenzó a invertirse,
infelizmente. En Brasil, esta pena fue abolida para los crímenes
comunes en 1979. Más, la pena capital fue largamente
utilizada y aplicada en el País hasta la segunda mitad del siglo
XIX.

Sobre la Pena de muerte “la aprobación definitiva, por la
Asamblea General de la ONU [formada por 192 estados
miembros] tuvo 99 votos a favor, 52 en contra, 33
abstenciones y 08 ausencias. La resolución abre camino para la
abolición de la pena de muerte y la protección de los Derechos
Humanos en el mundo”. (4) Lamentablemente, 99 países aún
continúan a matar “legítimamente” o sea, más de la mitad.
La pena de muerte dicha “limpia”, heredera de la guillotina de
la revolución Francesa, hace parte del rol de costumbres que,
hoy, todos los verdaderamente civilizados tienden a considerar
bárbaros.

En los países islámicos las ejecuciones continúan siendo
publicadas. En Irak, las familias de los condenados son
obligadas a pagar el costo de la ejecución, tal como en China,
donde la cuenta de los proyectiles (balas) es enviada para casa
del condenado. En Arabia Saudita, Qatar, Lemen y Emirados
Árabes Unidos, los condenados tienen el sádico “privilegio” de
ser decapitados con una cimitarra (5) de plata.

Dos mil años pasados después del mensaje consolador y
educativo de Cristo, El mismo victima de esa nefasta institución,
se continúa asesinando. En la era del espíritu, de la información
y de la conquista del espacio, la persistencia en este arcaico
expediente, consistiendo en dar a los estados el derecho de
llevar a termino su propia venganza, y, en el mínimo,
degradante e ignorante, demostrando la falta de ética y
evolución de esos pueblos.

¿Allan Kardec, indagó a los Espíritus si desaparecería algún
día, de la legislación humana, la pena de muerte? Los
Benefactores respondieron que “incontestablemente,
desaparecerá, y su supresión señalará un progreso de la
humanidad. Cuando los hombres estén más esclarecidos la
pena de muerte será completamente abolida en la Tierra. No
precisarán más los hombres de ser juzgados por los hombres.”
(6)

En la pregunta 761 de “El Libro de los Espíritus”, acerca del
tema, cuestionando si el hombre tiene derecho a matar,
eliminando, así, de la sociedad, un miembro peligroso, los
espíritus superiores responden: “Hay otros medios de el
(hombre) preservarse del peligro, y no matando. Además, es
preciso abrir y no cerrar a los criminales la puerta del
arrepentimiento.” (7)
Con la pena de muerte, juzga el hombre, en su ignorancia de
las leyes de la vida espiritual y de la reencarnación, haber
solucionado el problema social de la violencia. Lo que acontece
es bien diferente, pues el condenado irá forzado para el plano
espiritual, más, volverá, inevitablemente, a la Tierra, para
proseguir su plan de crecimiento espiritual. Cuando asumimos
según los mejores juristas del mundo - la posición de jueces, y
decretamos la pena de muerte, demostramos nuestro odio y
nuestro fracaso.

Matar criminales no resuelve: ellos no mueren. Eliminar el
cuerpo físico no significa transformar las tendencias del
hombre criminal. Sus cuerpos descenderán a la sepultura, más
ellos, Espíritus inmortales, surgirán vivos y activos, pesando,
negativamente, en el aire que respiramos. El criminal ejecutado
gana el beneficio de la invisibilidad y pasa a asediar a las
personas con tendencias a la criminalidad, ampliándola, causan
estragos en el psiquismo humano, a la medida en que las
personas se muestren vulnerables, psíquicamente, a su
influencia.

Veamos la amonestación del espíritu Emmanuel - “Desterrar,
en definitiva, la espada y el cuchillo, el garrote y la orca, la
guillotina y el fusil, la silla eléctrica y la cámara de gas de los
cuadros de vuestros tratados (sentencias) y oremos, todos
juntos, suplicando a Dios nos inspire paciencia y misericordia,
unos para con otros, porque, aún hoy, en todos nuestros
juzgamientos, será posible oír, en el edicto de la conciencia, el
aviso celestial de nuestro Divino Maestro, condenado a muerte
sin culpa: “¡Quien esté sin pecado, que tire la primera
piedra!”(8)

Ante todas esas consideraciones, es necesario que tomemos,
urgentemente, una posición definitiva contra la pena de
muerte, hasta porque, la violencia genera violencia. La
educación, la instrucción religiosa, aliada a la fe razonada,
garantizan la solución para los problemas sociales. Recurrir a
las prácticas primitivas es, en lo mínimo, retroceder en el
tiempo, y ya deberían formar parte apenas del archivo de la
historia de la humanidad.

FUENTES:
1 Levítico, 24:17, 19 e 20.)
2 Deuteronomio Cáp. 5 Vs17
3 Xavier, Francisco Cándido. Mandato de Amor, MG: Ed. Unión
Espírita Minera, 1992.
4 documento publicado pela ONU (16.11.2007)
5 La cimitarra es una espada de lámina curva más larga en la
extremidad libre, con gume en el lado convexo, utilizada por
ciertos pueblos orientales, tales como los  árabes, turcos y persas, especialmente por los guerreros musulmanes.
6 Kardec Allan. El Libro de los Espíritus, RJ: Ed. FEB, 2001, preg.
760.
7 Ídem pregunta 761.
8 Xavier, Francisco Cándido. Religión de los Espíritus, Dictado
por el Espíritu Emmanuel, Cáp. 50, Río de Janeiro: ed. FEB, 2001

POR: JORGE HESSEN 

Traducido por: Mercedes Cruz Reyes
E-mail:merchitacruz@gmail.com

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