LA PENA DE MUERTE - ES UNA SUPREMA IRRACIONALIDAD HUMANA
En los
escritos del Viejo Testamento, encontramos el
siguiente
pasaje: “El que hiere a cualquiera de sus
compatriotas,
así como él hizo, así se le hará a él: quebradura
por
quebradura, ojo por ojo, diente por diente; cual fuera el
mal que
hubiera hecho, tal será lo que ha de sufrir”. (1)
Disposiciones
punitivas en resplandeciente contradicción con la
ordenación
mayor del mismo Viejo Testamento en el Decálogo -
“No
matarás” (2)
La prensa
notificó que el Gobierno cubano anunció,
recientemente,
que todos los prisioneros condenados a muerte
en el
país tendrán sus penas revisadas, excepto algunos pocos
condenados
por “terrorismo”. La deliberación de conmutar la
pena de
los condenados a muerte, según el gobierno de la
Habana,
no fue tomada por cuenta de la presión internacional,
más si
por razones “humanitarias”.
Sin
embargo, lamentablemente, la pena capital continuará
existiendo
en Cuba.
En
Brasil, pesquisas indican que la mayoría de los brasileños
es
favorable a la implantación de la pena de muerte. En la
condición
de espirita, tenemos la convicción de que el
argumento
de las pesquisas no es legitimo. Hasta porque, el
respeto
por los derechos humanos nunca debe depender de la
opinión
pública, sujeta a muchas instabilidades. Es, más aun, la
experiencia
ha demostrado que la pena de muerte ha sido
aplicada
(en los países que la adoptan) contra las minorias
sociales
y contra los pobres, a los cuales siempre se asocia la
imagen de
la violencia.
Según
Chico Xavier, - “la pena debería ser de educación. La
persona
debería ser condenada, más, a leer libros, a educarse,
a
internarse en colegios aunque sea, vamos a decir, por orden
policial.
(3) El Estado de Nueva Yérsey - EUA se tornó el primer
Estado
americano para abolir la pena de muerte por decisión
legislativa,
desde que la Corte Suprema del país restituyo la
práctica,
en 1976. Hubo 53 ejecuciones en el 2006 en los EUA,
menor
numero en diez años.
Durante
la Edad media, muchos pensadores fueron
excomulgados
por la Iglesia y, con el aval o el silencio del
monarca,
condenados a muerte. Con la llegada del siglo XIX y el
advenimiento
de los filósofos iluminados, el movimiento contra
la pena
de muerte conoció un periodo de franco apogeo.
Portugal
fue el país pionero en la abolición de esa execrable
institución;
en 1852 para los crímenes políticos, y en 1867 para
los
crímenes civiles. Paulatinamente, muchos países seguirían la trilla de los
compatriotas ibéricos, abrazando esa conquista de
los
derechos humanos sobre la barbarie, tornándose abolicionista. Sin embargo, con
la eclosión de las dos Grandes
Guerras
mundiales en el siglo XX, holocaustos y revoluciones,
fundamentalismos
y purgas, la tendencia comenzó a invertirse,
infelizmente.
En Brasil, esta pena fue abolida para los crímenes
comunes
en 1979. Más, la pena capital fue largamente
utilizada
y aplicada en el País hasta la segunda mitad del siglo
XIX.
Sobre la
Pena de muerte “la aprobación definitiva, por la
Asamblea
General de la ONU [formada por 192 estados
miembros]
tuvo 99 votos a favor, 52 en contra, 33
abstenciones
y 08 ausencias. La resolución abre camino para la
abolición
de la pena de muerte y la protección de los Derechos
Humanos
en el mundo”. (4) Lamentablemente, 99 países aún
continúan
a matar “legítimamente” o sea, más de la mitad.
La pena
de muerte dicha “limpia”, heredera de la guillotina de
la
revolución Francesa, hace parte del rol de costumbres que,
hoy,
todos los verdaderamente civilizados tienden a considerar
bárbaros.
En los
países islámicos las ejecuciones continúan siendo
publicadas.
En Irak, las familias de los condenados son
obligadas
a pagar el costo de la ejecución, tal como en China,
donde la
cuenta de los proyectiles (balas) es enviada para casa
del
condenado. En Arabia Saudita, Qatar, Lemen y Emirados
Árabes
Unidos, los condenados tienen el sádico “privilegio” de
ser
decapitados con una cimitarra (5) de plata.
Dos mil
años pasados después del mensaje consolador y
educativo
de Cristo, El mismo victima de esa nefasta institución,
se
continúa asesinando. En la era del espíritu, de la información
y de la
conquista del espacio, la persistencia en este arcaico
expediente,
consistiendo en dar a los estados el derecho de
llevar a termino
su propia venganza, y, en el mínimo,
degradante
e ignorante, demostrando la falta de ética y
evolución
de esos pueblos.
¿Allan
Kardec, indagó a los Espíritus si desaparecería algún
día, de
la legislación humana, la pena de muerte? Los
Benefactores
respondieron que “incontestablemente,
desaparecerá,
y su supresión señalará un progreso de la
humanidad.
Cuando los hombres estén más esclarecidos la
pena de
muerte será completamente abolida en la Tierra. No
precisarán
más los hombres de ser juzgados por los hombres.”
(6)
En la
pregunta 761 de “El Libro de los Espíritus”, acerca del
tema,
cuestionando si el hombre tiene derecho a matar,
eliminando,
así, de la sociedad, un miembro peligroso, los
espíritus
superiores responden: “Hay otros medios de el
(hombre)
preservarse del peligro, y no matando. Además, es
preciso
abrir y no cerrar a los criminales la puerta del
arrepentimiento.”
(7)
Con la
pena de muerte, juzga el hombre, en su ignorancia de
las leyes
de la vida espiritual y de la reencarnación, haber
solucionado
el problema social de la violencia. Lo que acontece
es bien
diferente, pues el condenado irá forzado para el plano
espiritual,
más, volverá, inevitablemente, a la Tierra, para
proseguir
su plan de crecimiento espiritual. Cuando asumimos
según los
mejores juristas del mundo - la posición de jueces, y
decretamos
la pena de muerte, demostramos nuestro odio y
nuestro
fracaso.
Matar
criminales no resuelve: ellos no mueren. Eliminar el
cuerpo
físico no significa transformar las tendencias del
hombre criminal.
Sus cuerpos descenderán a la sepultura, más
ellos,
Espíritus inmortales, surgirán vivos y activos, pesando,
negativamente,
en el aire que respiramos. El criminal ejecutado
gana el
beneficio de la invisibilidad y pasa a asediar a las
personas
con tendencias a la criminalidad, ampliándola, causan
estragos
en el psiquismo humano, a la medida en que las
personas
se muestren vulnerables, psíquicamente, a su
influencia.
Veamos la
amonestación del espíritu Emmanuel - “Desterrar,
en
definitiva, la espada y el cuchillo, el garrote y la orca, la
guillotina
y el fusil, la silla eléctrica y la cámara de gas de los
cuadros
de vuestros tratados (sentencias) y oremos, todos
juntos,
suplicando a Dios nos inspire paciencia y misericordia,
unos para
con otros, porque, aún hoy, en todos nuestros
juzgamientos,
será posible oír, en el edicto de la conciencia, el
aviso
celestial de nuestro Divino Maestro, condenado a muerte
sin
culpa: “¡Quien esté sin pecado, que tire la primera
piedra!”(8)
Ante
todas esas consideraciones, es necesario que tomemos,
urgentemente,
una posición definitiva contra la pena de
muerte,
hasta porque, la violencia genera violencia. La
educación,
la instrucción religiosa, aliada a la fe razonada,
garantizan
la solución para los problemas sociales. Recurrir a
las
prácticas primitivas es, en lo mínimo, retroceder en el
tiempo, y
ya deberían formar parte apenas del archivo de la
historia
de la humanidad.
FUENTES:
1
Levítico, 24:17, 19 e 20.)
2
Deuteronomio Cáp. 5 Vs17
3 Xavier,
Francisco Cándido. Mandato de Amor, MG: Ed. Unión
Espírita
Minera, 1992.
4
documento publicado pela ONU (16.11.2007)
5 La
cimitarra es una espada de lámina curva más larga en la
extremidad
libre, con gume en el lado convexo, utilizada por
ciertos
pueblos orientales, tales como los
árabes, turcos y persas, especialmente por los guerreros musulmanes.
6 Kardec
Allan. El Libro de los Espíritus, RJ: Ed. FEB, 2001, preg.
760.
7 Ídem
pregunta 761.
8 Xavier,
Francisco Cándido. Religión de los Espíritus, Dictado
por el
Espíritu Emmanuel, Cáp. 50, Río de Janeiro: ed. FEB, 2001
POR: JORGE HESSEN
Traducido
por: Mercedes Cruz Reyes
E-mail:merchitacruz@gmail.com
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