Podemos
considerar a Leonardo d’Vinci (1452-1519) y a Julio Verne (1828-1905), como
precursores de la futurología. El genial Leonardo, uno de los mayores genios de
la humanidad, diseñó un esbozo de un helicóptero y como complemento un
paracaídas. Cuestión de prudencia. ¡Claro! el primer prototipo moderno solo fue
montado por el ingeniero francés Paul Cornu (1881-1944). O escritor Julio Verne
además de precursor de la futurología, fue el creador de la ficción científica.
en las obras Le Voyage al centre de la Terre (1864; Viaje al centro de la
Tierra), De la Terre à Lune (1865; de la Tierra a la Luna), Vingt mille lieues
sous les mers (1870; Veinte mil leguas submarinas) y L’Île mystérieuse (1874;
La isla misteriosa), predijo muchos avances científicos posteriores, tales
como, el submarino, la televisión y los viajes espaciales.
En
1967, el ex-reportero de la revista americana National Geographic, Edward
Cornish, fundó la Sociedad del Futuro Mundial, con sede en los Estados Unidos,
que en 1997 contaba con 30.000 integrantes en ochenta países.
En
1972, los computadores a pesar de ser máquinas fantásticas eran también muy
difíciles de ser manejadas. Para escribir o calcular, el usuario tenía que
digitar comandos cabalísticos, de ahí a dificultad de popularizar el
computador. Pensando en ello, la Xerox, reunió algunos investigadores en un
hotel paradisíaco de California. El trabajo de esos futurólogos era pensar e
imaginar el futuro de la informática y el resultado fue muy alentador, pues,
ellos crearon el lenguaje de las ventanas (Windows) que podían ser abiertas o
movidas con un “Mouse”. Con ese empujón inicial, Bill Gates de Microsoft y
Steve Jobs de Apple, popularizaron el computador.
En
la pregunta 868 de “El Libro de los Espíritus”, el tema futurología es encarado
con lógica y sentido común:
“¿Puede
el futuro ser revelado al Hombre?
—En
principio, el futuro le es oculto y solo en casos raros y excepcionales permite
Dios que sea revelado.”
Aquel
que insistiere, al no haber encontrado una respuesta precisa por otros medios, indagar, a través de un médium a un Espíritu, también puede ser sorprendido:
“¿Pueden
los Espíritus darnos a conocer el futuro?
—Si
el Hombre conociese el futuro, se descuidaría del presente.
Y
ese es un punto sobre el cual insistís siempre, no deseando obtener una
respuesta precisa. Gran error hay en ello, por cuanto la manifestación de los
Espíritus no es un medio de adivinación. Si se insiste absolutamente en una
respuesta, la recibiréis de un Espíritu charlatán, lo hemos dicho a todo
momento.”
De
las muchas previsiones de los futurólogos han sido pocas las que acertaron,
finalmente, el hombre terráqueo es imperfecto, de ahí los errores de la mayoría
de los futurólogos y adivinadores.
En
1928, la conceptuada revista Nature opinó que los viajes espaciales eran un
delirio. ¡Erró! El premio Nóbel de Química de 1908, el físico Ernest Rutheford
afirmaba categóricamente que la energía del átomo jamás tendría utilidad.
¡Erró!
Los
futurólogos japoneses de la Agencia de Ciencia y Desarrollo de Japón, en 1988,
resolvieron arriesgarse y anunciaron que “El Aids sería curada en 1997”,
bien...
Por
increíble que parezca, el inventor de la lámpara eléctrica, el genial americano
Thomas Edison (1847-1931), no previó un gran futuro para su motor de
combustión. ¡Esa no fue una idea genial! Su patricio Hermann Kahn (1922-1983),
que fue responsable por la divulgación de la futurología, también resolvió
arriesgarse y previó que, en 1990, la humanidad ya sería capaz de controlar los
elementos de la Naturaleza, tales como, el calor y las lluvias. ¡Sin
comentario!
Bien
sabemos que la percepción de la realidad va más allá de los cinco sentidos,
como ejemplo vale citar los portadores de una facultad especial o sexto
sentido, esto es, los paranormales y los médiums. Kardec consciente de ello,
procura el esclarecimiento de los Espíritus superiores:
“¿No
hay hombres dotados de una facultad especial, que los hace entrever el futuro?
—“Hay,
sí, aquellos cuya alma se desprende de la materia. Entonces, es el Espíritu el
que ve. y, cuando es conveniente, Dios les permite revelar ciertas cosas, para
el bien. Aún así. entre esos, son en mayor número los impostores y los
charlatanes. En los tiempos venideros, esa facultad será más común.”
Y
complementa la pregunta:
“¿No
es cierto, sin embargo, que, a veces, algunos acontecimientos futuros son
anunciados espontáneamente y con verdad por los Espíritus?
—“Puede
darse que el Espíritu prevea cosas que juzgue conveniente revelar, o que él
tenga por misión darlas a conocer; pero, en ese terreno, todavía son más de
temer los Espíritus engañadores, que se divierten en hacer predicciones. Solo
el conjunto de las circunstancias permite se verifique el grado de confianza
que ellas merecen.”
Repetimos
que los hombres y los Espíritus aún imperfectos, son muchas veces engañados por
el orgullo, o egoísmo, y principalmente la ignorancia, manifestada en muchos
hombres o Espíritus seudo sabios. Por eso Kardec advierte:
“Muchos,
los más, solo ven en el Espiritismo un nuevo medio de adivinación e imaginan
que los Espíritus existen para predecir la suerte de cada uno. Ora, los
Espíritus livianos y burlones no pierden ocasión de se divertirse a costa de
los que piensan de ese modo. Es
así que anunciará maridos a las mozas; al ambicioso, honras, herencias,
tesoros ocultos, etc. De ahí, muchas veces, surgen desagradables decepciones,
de las cuales, entretanto, el hombre serio y prudente siempre sabe precaverse.
¡Seriedad,
sentido común, lógica, prudencia, he ahí el mejor antídoto contra el error!
Bibliografía:
•
Nueva
Enciclopedia Barsa, 2002, Vol. 14, pág. 345
•
Superinteresante/Especial,
Previsiones de la ciencia, Edición 20, noviembre de 1997, págs. 6 a 11
•
El
Libro de los Espíritus, Allan Kardec, Traducción de Guillón Ribeiro, 76ª
edición, FEB, Preg. 868
•
El
Libro de los Médiums, Allan Kardec, Traducción de Guillón Ribeiro, FEB, 62ª
edición, pág. 381, Preguntas sobre el futuro, 7ª pregunta
•
Ídem,
págs. 383 y 384
•
Ídem,
págs. 381 y 382
•
Ídem,
pág. 44, ítem 25
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