miércoles, 8 de abril de 2015

VISIÓN ESPÍRITA DE LA CREMACIÓN

 
María Aparecida Romano

¿El espíritu desencarnado sufre cuando su cuerpo es quemado? ¿Cuáles son los motivos que están llevando a un número cada vez mayor de personas a optar por la cremación? ¿Qué aconseja el Espiritismo?

Cuando se estudia el comportamiento de la Humanidad a lo largo de los milenios, se observa la nítida preocupación del hombre con su futuro tras la muerte. Un individuo es declarado oficialmente muerto en el momento que cesan sus funciones vitales. Como cada grupo recibe la herencia social y religiosa de las tradiciones cultivadas por las generaciones anteriores, cabe a los miembros del grupo a que el individuo pertenece cumplir los ritos tradicionales hasta la instalación definitiva del cuerpo en su morada.

INHUMACIÓN Y CREMACIÓN

La Inhumación es el ritual más practicado. Consiste en sepultar el cadáver en campos, generalmente en el cementerio de la comunidad. Cremación, acto de quemar el cadáver reduciéndolo a cenizas colocadas en urnas y en seguida sepultadas o esparcidas en local previamente determinado. Aunque conocida y practicada desde la más remota antigüedad por los pueblos primitivos de la Tierra no es muy utilizada.

El fuego pasó a ser utilizado por el  hombre en la Edad de Piedra Lascada y, por su pureza y actividad, era considerado por los Antiguos como el más noble de los elementos, aquel que más se aproximaba a la Divinidad. Con la eclosión de la religiosidad, el ser humano fue descubriendo que había algo entre el Cielo y la Tierra y el fuego pasó a ser utilizado en rituales religiosos.

Predominaba la creencia que al quemar el cadáver, con este serían quemados todos sus defectos y al mismo tiempo el alma se liberaría definitivamente del cuerpo, llegando al cielo purificada y en el retornaría à Tierra en forma de "apariciones" asustando los vivos.

La cremación tuvo como base la fuerza purificadora do fuego. En los últimos tiempos, en todo el continente europeo han sido encontradas vasijas del Período Neolítico (Edad de la Piedra Pulida) llenas de cenizas de individuos. Esos indicios revelan que la cremación era practicada en los primordios de la Civilización Terrena.

Con el decorrer de los siglos la cremación se fue tornando práctica consagrada en el oriente (India, Japón, etc.), regiones de Grecia y Antigua Rosa donde vivían civilizaciones adelantadas que utilizaban el proceso gracias al "status". Entre los pueblos ibéricos se tornó un rito generalizado, precedido de músicas, bailes y hasta banquetes. Con estas ceremonias se esperaba obtener actitudes benévolas de los dioses, visando conducir las almas al Reino de los Muertos y que serían recibidas y cuidadas con cariño.

LA INFLUENCIA DEL CRISTIANISMO

La evolución natural de la Humanidad y o ciclo iniciado con Jesús hace 2000 anos modelando una nueva mentalidad, influenciaban sensiblemente en las costumbres culturales y religiosas de los pueblos. Con la expansión del cristianismo, en la intención de solidificar la fe, se fueron estableciendo dogmas, entre ellos, el de la Resurrección. Jesús, como descendiente de una de las doce tribus de Judea, fue sepultado conforme las tradiciones de la Ley Mosaica. La Iglesia proclamó como Dogma de fe que el Mesías resucitó de cuerpo y alma.

Con excepción de los países orientales donde la práctica es normal, el rito de la cremación quedó olvidado hasta el año de 1876, cuando en Washington, en los Estados Unidos, con la intención de revivir el proceso, se estableció el primer horno crematorio de los días actuales, provocando polémicas y controversias, sobretodo de la Iglesia que se posicionó contra la destrucción voluntaria del cadáver.

Solo a partir de 1963, mediante la propagación del proceso en diversos países del planeta, el Vaticano a través del Papa Pablo VI presentó una apertura, mas no posicionándose claramente cuando se expresó que en el prohibía la cremación, mas recomendaba a los cristianos la piadosa y tradicional costumbre del sepultamiento. La Iglesia tuvo sus razones para defender la Inhumación. Aprobar plenamente la cremación sería negar el dogma por ella establecido.

En esa secuencia histórica se observa que en la cultura religiosa de todos los pueblos siempre tuvo una nebulosa noción de espiritualidad y en ella la preocupación del hombre con su destino tras la muerte. Hasta que a mediados del siglo XIX, el francés Allan Kardec, codificador de la doctrina espírita, lanzó una nueva luz en los horizontes mentales del hombre cuando entrevió un mundo de inteligencias incorpóreas.

Los espíritus son los seres inteligentes de la Creación que habitan ese mundo. Simples e ignorantes en su punto de partida, caminan hacia el progreso indefinido reencarnando sucesivamente. En la encarnación, la ligazón entre el periespíritu y el cuerpo es hecha a través de un cordón fluídico. Siendo la existencia terrena una fase temporera, tras el cumplimiento de la misión moral, con la muerte del cuerpo físico el espíritu retorna a su lado de origen conservando la individualidad.

EL DESLIGAMIENTO NO ES SÚBITO

Los lazos que unen el espíritu al cuerpo se deshacen lentamente. De forma general todos sienten esa transición que se convierte en un período de perturbaciones variando de acuerdo con el nivel evolutivo de cada uno. Para algunos se presenta como un bálsamo de liberación, mientras que para otros son momentos de terribles convulsiones. El desligamiento solo ocurre cuando el lazo fluídico se rompe definitivamente.

Delante de la Nueva Revelación presentada por la doctrina de los espíritus y tomando en consideración la perturbación que envuelve el período de transición, se  cuestiona: cremando o cuerpo, ¿cómo queda la situación do espíritu? Consultado, el mundo espiritual así se expresó: "Es un proceso legítimo. Como espíritu y cuerpo físico estuvieron ligados mucho tiempo, permanecen eslabones de sensibilidad que precisan ser respetados". Esas palabras revelan que aunque el cuerpo muerto no transmita ninguna sensación física al espíritu, la impresión de lo acontecido es percibida por este, habiendo posibilidades de que surjan traumas psíquicos. Se recomienda a los adeptos de la doctrina espírita que deseen optar por el proceso crematorio prolongar la operación por un plazo de 72 horas tras el desenlace.

Aunque la Inhumación continúe siendo o proceso más utilizado, la milenaria cremación, por mucho tiempo olvidad, volvió a ser practicada en los tiempos modernos. Este procedimiento se viene difundiendo ampliamente hasta en función de la falta de espacio en las grandes ciudades. Con el crecimiento de la población las áreas que otrora serían destinadas a cementerios se tornaron escasas.

CREMACIÓN: UNA CUESTIÓN DE ECONOMÍA

Adeptos de todas las sectas están optando por la operación crematoria. Sus partidarios se basan en diversas consideraciones. Para algunos está ligada a factores sanitarios, siendo que algunos cementerios pueden estar causando serios daños al medio ambiente y a la calidad de vida de la población, mientras que para muchos usuarios del crematorio el proceso disminuye los cargos básicos económicos, entre ellos, la conservación de la tumba.

Actualmente, el Brasil cuenta con cuatro áreas crematorias y está en fase de expansión. El área de la Villa Alpina, en la ciudad de San Paulo, fue fundada en 1974. Es la primer área crematoria del país y cuenta con cuatro hornos importados de Inglaterra. Pertenece a la Prefectura Municipal y lleva el nombre de su idealizador, Dr. Jayme Augusto Lopes. Las otras tres áreas son particulares y están localizadas en la ciudad de Santos, en el Estado de Río de Janeiro y en el Estado de Río Grande del Sur.

Según la Ley, la cremación solo será efectuada tras el transcurso de 24 horas, contadas a partir del fallecimiento y, desde que sean atendidas las exigencias prescritas. La prueba relativa a la manifestación del fallecido en ser cremado debe consistir de Declaración de documento público o particular.

Las cenizas resultantes de la cremación del cuerpo serán recogidas en una urna individual y la familia le dará el destino que el fallecido determinó. Muchos países ya cuentan con Jardines Memoriales y edificios llamados "Columbarios", con gavetas para depositar las urnas con las cenizas de los fallecidos pudiendo ser visitadas por los parientes.

Kardec, el codificador dijo: "El hombre no tiene miedo de la muerte sino de la transición".

En la medida que haya madurez y comprensión para la extensión de la vida, el ser humano sabrá valorar cada momento de la vida terrena y dedicará al cuerpo el debido valor que este merece. A través del cuerpo, el espíritu se ilumina. Se repara el pasado, se vive el presente y se prepara el futuro. E el desencarne es restituida la libertad relativa al espíritu mientras que el cuerpo permanece en la Tierra con otros bienes materiales.

El espíritu preexiste y sobrevive al cuerpo. Tanto inhumación como cremación son formas de dispone del cadáver. Expresan el libre albedrío de cada cual. Los dos procesos destruyen el cuerpo. Para optar por la cremación es necesario que haya un cierto despego a los lazos materiales y también con la inhumación, en caso que el espíritu no esté debidamente preparado, podrá sufrir los horrores de la descomposición. Cuanto más el espíritu esté preparado moralmente, menos dolorosa será la separación.

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