Autor: Jotge Hessen
El alcohol es la droga legalizada preferida entre
muchos jóvenes y la edad estatutaria para el inicio del consumo ha
sido cada vez más baja en los últimos años. Mientras que en la década de
1960 la edad media para el inicio del consumo de alcohol era de 17 años,
en los últimos 15 años esa media cayó a los 14. Obviamente,
cuanto más temprano es el inicio del consumo de bebidas alcohólicas,
más precoces son las confusiones sociales educacionales conexas a
la salud en esa población. Hay unanimidad entre los médicos de que el
cuerpo de un adolescente no está preparado para la ingestión de bebidas
alcohólicas y que no existen dosis seguras para el consumo.
Aun peor: los adolescentes que están pasando por el periodo de
crecimiento, en el que todas las células del cuerpo están desarrollándose, el
alcohol envenena todas esas células y puede ocasionar daños a todos
los órganos en formación.
Más allá del consumo de bebidas alcohólicas ser
cada vez más precoz, se ha reconocido que muchos adolescentes que beben acostumbran beber pesadamente, comúnmente
ingiriendo cerca de 70 gramos de alcohol equivalente a algo como 5
latas de cerveza) o incluso más por ocasión de “FIESTECILLAS”. En Juina (MT) Jerry Tamborín, de 16 años,
murió después de ingerir bebidas alcohólicas en el juego de
"flip-turno" en una fiesta. Ser adolescente es un factor de
riesgo, y con bebidas alcohólicas no se puede bromear, pues ellas siempre podrán
traer trágicas consecuencias contra la propia vida.
Las motivaciones que llevan a un joven como Jerry a tales locuras normalmente están
ligadas a presiones de los “amiguitos”, la obligación de sofocar las
inhibiciones y "curtir" más el tiempo y, sobre todo, pretende quedar
"alto". La justificación general de los adolescentes para
el consumo de la bebida durante las salidas y la construcción del “coraje”. El alcohol bloquea la
inhibición. Cosas que una persona no haría sobria, lo hace
alcoholizada. Y eso es un gran riesgo.
Esas son algunas de las principales razones entre los jóvenes
para hacer uso de bebidas. Corrientemente jóvenes de ambos sexos frecuentan los
mismos ambientes, son menos sujetos a las “críticas” debido a comportamientos
relacionados al beber, sustentan creencias más liberales y asumen plena
igualdad de posiciones.
Bajo el punto de vista espírita, cada espíritu, encarnado
o desencarnado, tiene su patrón vibratorio. El Espiritismo confirma que
los semejantes se atraen. El uso de alcohol y otras drogas produce un
atractivo irresistible para los espíritus que desencarnaran en la condición de
viciados en esas substancias. Los desencarnados pasan a acompañar a sus “amigos”
encarnados cuando estos hacen uso de drogas. Estimulan en ellos el uso cada vez
más continuo y en mayores dosis.
No faltan ejemplos en la literatura espírita de
como los encarnados son utilizados dócilmente por los desencarnados viciados.
Se tornan verdaderas marionetas en sus manos. O, en la expresión de la
espiritualidad refiriéndose a los bebedores contumaces, se tornan “cálices vivos” de
los muertos. Aun hasta el uso moderado del alcohol, aceptado por la
sociedad y recomendado por algunos médicos (probablemente a los que les gusta
beber), puede ser inofensivo para algunas personas, mas es un hecho que
el uso del alcohol acompaña al espíritu hace innumerables
reencarnaciones, pues el hombre utiliza el alcohol (o es utilizado
por él) desde la prehistoria. Un hábito de tanto tiempo solo puede ser
considerado un vicio.
Al reencarnar de nuevo “traemos con nosotros las
reminiscencias de nuestras faltas como raíces congénitas de los males que
nosotros mismos plantamos, a ejemplo del Síndrome de Down, de la hidrocefalia, de la parálisis,
de la ceguera, de la epilepsia secundaria, del idiotismo, del alisamiento de
los elementos celulares. 1. “El cuerpo periespiritual, que da forma a los
elementos celulares, está fuertemente radicado en la sangre. La sangre es
el elemento básico de equilibrio del cuerpo periespiritual”. 2. “Las neuronas
guardan relación íntima con el periespíritu.” 3. Por tanto, la acción
del alcohol en el psicosoma es letal, creando hollín
venenoso que satura el cuerpo psicosomático, dañando tanto las células periespirituales como las células físicas.
Esas son razones suficientes para que en las
celebraciones y festejos con amigos en los bares de la vida, huir del
compromiso de la vana tradición de la bebedera con el fin de
divertirse. El océano está constituido de pequeñas moléculas de
agua, y las playas se forman con incontables granos de arena.
Es indispensable, por tanto, cuidarse del andrajoso disculpismo de “es solo hoy” y cuando seamos convidados a comportamientos para “divertirnos”, no acoger la amenazadora actitud del “sólo un traguito o una copita”, porque recordemos siempre que una micro picada de serpiente venenosa, aunque en pequeña porción, puede causar la muerte fulminante. De ese modo, en vez de ir a distraerse, va a destruirse.
Es indispensable, por tanto, cuidarse del andrajoso disculpismo de “es solo hoy” y cuando seamos convidados a comportamientos para “divertirnos”, no acoger la amenazadora actitud del “sólo un traguito o una copita”, porque recordemos siempre que una micro picada de serpiente venenosa, aunque en pequeña porción, puede causar la muerte fulminante. De ese modo, en vez de ir a distraerse, va a destruirse.
Referencias Bibliográficas:
[1] Xavier, Francisco Cándido. En los dominios de la mediumnidad, dictado por el Espíritu André Luiz, RJ: Ed. FEB, 2000, p.139-140
[1] _____, Francisco Cándido. Misioneros de la Luz, dictado por el Espíritu André Luiz, RJ: Ed. FEB, 2001
[1] _____, Francisco Cándido. Evolución en Dos Mundos, dictado por el Espíritu André Luiz, RJ: FEB, 2003
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